WASHINGTON, 13 May. (Reuters/EP) -
El senador republicano John McCain ha revelado que el director general de la CIA, Leon Panetta, le comunicó personalmente que las pistas que llevaron a la detención del líder de Al Qaeda, Usama bin Laden, no derivaron del testimonio de Jalid Sheij Mohamed, autor intelectual del 11-S. De esta forma McCain trata de desmentir que se obtuviera la información mediante el ahogamiento estimulado, una práctica que el propio Mohamed habría sufrido 183 veces.
McCain asegura querer aclarar la "desinformación" que pueda llevar a los estadounidenses a pensar que se consentía ese tipo de trato hacia los prisioneros. "En resumen, no fue tortura o tratamiento cruel, inhumano y degradante de detenidos lo que nos llevó a las principales pistas que finalmente permitieron a nuestra comunidad de Inteligencia encontrar a Usama bin Laden", ha añadido.
El senador apostilla que ninguno de los tres arrestados que fueron sometidos al ahogamiento estimulado dieron el nombre del mensajero de Bin Laden y que de hecho Mohamed dio información falsa sobre el paradero y funciones de este individuo. Según su versión los mejores datos sobre el correo, de nombre Abu Ahmed al Kuwaiti, fueron obtenidos mediante "vías estándar no coercitivas".
McCain, candidato republicano en las elecciones de 2008, cuenta con el respaldo de la presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, Dianne Feinstein. Este departamento viene investigando los interrogatorios a detenidos de "alto valor" después del 11-S.
Feinstein admite que la CIA tenía "informes relevantes" sobre un mensajero de Al Qaeda próximo a Bin Laden, los cuales fueron adquiridos al margen de la detención y testimonios conseguidos en interrogatorios. Añade además que otro detenido que también ofreció datos interesantes lo hizo antes de ser sometido a "técnicas de interrogatorio intensificado".
La CIA suspendió la técnica del ahogamiento estimulado (conocido como 'waterboarding') en 2004, después de utilizarlo con Mohamed y otros dos detenidos. El ex presidente George W. Bush suprimió después el programa de interrogatorios utilizado por la agencia y el actual presidente, Barack Obama, prohibió las técnicas intensivas de interrogatorio en 2009, al poco tiempo de asumir el cargo.
Agentes de seguridad, tanto actuales como retirados, precisan que aunque Mohamed no ofreció información que contribuyera directamente a la captura de Bin Laden, sí dio pistas sobre el mensajero de Al Qaeda, las cuales hicieron ver a los investigadores que éste era una pieza clave en la operación.
En contradicción con la versión de McCain, algunos veteranos de la Administración Bush mantienen que la tortura fue un elemento crucial para recabar información relevante.
El ex fiscal general Michael Mukasey va más allá al afirmar que Mohamed facilitó el alias del mensajero "junto a una gran cantidad de otra información, alguna de la cual fue utilizada para detener tramas terroristas entonces en proceso". Por su parte el senador y miembro del Comité de Inteligencia Saxby Chambliss considera que la incertidumbre sobre el uso de torturas en la investigación "probablemente nunca será resuelta".