WASHINGTON, 6 May. (EUROPA PRESS) -
El senador republicano John McCain ha considerado que los supuestos bombardeos israelíes sobre Siria añadirán más presión al Gobierno de Barack Obama para actuar directamente en la guerra civil del país árabe, algo a lo que hasta ahora se ha negado.
"(Los bombardeos israelíes) probablemente añadirán presión a la administración Obama para actuar", ha dicho el ex candidato presidencial, en la entrevista que ha concedido el domingo por la noche a la cadena estadounidense FOX.
McCain ha considerado que Estados Unidos "necesita una acción que cambie el juego". "No se trata de enviar tropas estadounidenses, sino de establecer una zona segura y de dar armas y proteger a la gente correcta, obviamente, por las cosas en las que creemos", ha indicado.
El líder republicano ha advertido de que "cada día que pasa (el partido-milicia chií libanés) Hezbolá aumenta su influencia y el flujo de 'yihadistas' a Siria, por lo que la situación se vuelve más y más confusa".
En la misma línea se ha expresado el presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Rogers, advirtiendo de que "la situación en Oriente Próximo se deteriora a diario" debido a la incesante llegada de combatientes a Siria.
"Hezbolá --financiado por Irán-- esta moviendo tropas a través de Siria en su compromiso para proteger al régimen de (Bashar) al Assad. El Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda, está movilizando a miles", ha señalado en una entrevista concedida a la CBS.
BOMBARDEOS ISRAELÍES
En las últimas 48 horas, aviones de guerra israelíes han bombardeado Siria. El primero se produjo entre el jueves y el viernes, de acuerdo con la prensa estadounidense, y el segundo en la madrugada de este domingo contra el centro de investigación militar de Jamrayah, situado a las afueras de Damasco, de acuerdo con la prensa siria.
En ambos casos, fuentes occidentales han revelado a la prensa internacional que los objetivos eran depósitos de misiles Fateh-110 que estaban en tránsito desde Irán para Hezbolá.
A pesar de que los bombardeos se han efectuado sobre territorio sirio en el marco de la guerra civil, con ellos Israel no pretendería inmiscuirse en el conflicto interno, sino impedir que el país se convierta en la ruta de transferencia de armas iraníes a Hezbolá.
Las autoridades israelíes no han confirmado los bombardeos sobre Siria. No obstante, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha subrayado que su "mayor responsabilidad" es "garantizar el futuro y la seguridad de Israel".
Estados Unidos tampoco se ha pronunciado de forma oficial. Obama, se ha limitado a reiterar que Israel tiene derecho a protegerse de la transferencia de armamento sofisticado a organizaciones terroristas como Hezbolá.
POSTURA ESTADOUNIDENSE
El pasado fin de semana, Obama descartó otra vez el envío de tropas estadounidenses a Siria, pero subrayó que contempla "todas las opciones" sobre el supuesto uso de armas químicas en Siria, del que se han acusado mutuamente Gobierno y oposición.
El secretario de Defensa, Chuck Hagel, reveló el pasado jueves que el Gobierno se está replanteando su negativa a entregar armas a la oposición siria, aunque aclaró que ello no significa que finalmente se lleve a cabo.
Hasta ahora, el Grupo de Amigos de Siria, del que forma parte Estados Unidos, ha entregado dinero y ayuda logística a los rebeldes sirios, lo que incluye asesoramiento, entrenamiento y equipos de comunicación.
No obstante, se ha mostrado reacio a enviar armamento a la oposición al Gobierno de Al Assad porque teme que pueda acabar en manos de milicias y organizaciones terroristas, tal y como ha ocurrido en Libia tras la guerra civil.
Naciones Unidas calcula que desde marzo de 2011, cuando comenzó el levantamiento popular contra el régimen de Al Assad, unas 70.000 personas han muerto a causa de los combates entre las fuerzas gubernamentales y rebeldes.
El Gobierno atribuye gran parte de las víctimas a los grupos terroristas que actúan en el país árabe --según ha denunciado insistentemente-- con la financiación y el apoyo material de Arabia Saudí, Qatar y Turquía, entre otros.