BRUSELAS, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El encargado por el rey Alberto II de Bélgica de desbloquear las negociaciones entre flamencos y valones para formar un Gobierno de coalición ha dimitido hoy, tras 99 días al cargo de la misión y siete meses después de las elecciones anticipadas, porque no ve "ninguna perspectiva real" de acuerdo.
"He informado al rey de que no veo posible salir del impasse y de que no hay ninguna perspectiva real de progreso", ha explicado el ex ministro socialista Johan Vande Lanotte en una rueda de prensa ofrecida tras presentar su renuncia al monarca belga.
Vande Lanotte ya intentó el pasado 6 de enero ser relevado de sus funciones, pero en aquella ocasión Alberto II no aceptó. El rey le pidió continuar los esfuerzos, esta vez de la mano del líder de los nacionalistas flamencos del NV-A y fuerza más votada en los comicios, Bart de Wever, y de Elio di Rupo, el líder de los socialistas valones y cuyo nombre se barajó como primer ministro del próximo Ejecutivo.
En una breve declaración a los medios, primero en neerlandés y después en francés, en la que no ha aceptado preguntas, Vande Lanotte ha admitido resignado "no haber sido capaz" de sentar este mes a la misma mesa a los siete partidos políticos llamados a negociar las bases de una profunda reforma de Estado, requisito previo para que estos siete partidos --cuatro flamencos y tres valones-- formaran Gobierno.
El hasta ahora mediador ha señalado que existían elementos de su propuesta que lograron el "consenso" pero que otros son elementos "antagónicos", y en esa línea ha pedido a las formaciones "apertura de espíritu" porque "todo acuerdo exige a las partes que tomen decisiones difíciles".
Sin señalar a ninguno de los partidos, Vande Lanotte ha insistido en que para un acuerdo "no basta con defender las propias propuestas, también hay que abrir el espíritu ante las otras", incluso si esas ideas "salen de los límites del marco institucional actual".
Un comunicado de la Casa real ha confirmado la dimisión del mediador y ha anunciado que Alberto II retomará desde este jueves las "consultas" para estudiar las alternativas, si bien no precisa la agenda de contactos ni cuáles son las opciones.
RÉCORD DE PAÍS SIN GOBIERNO
El ex ministro socialista acudió esta tarde ante el rey para presentar su dimisión, por segunda vez este mes, debido a la falta de avances en las conversaciones y después de que más de 30.000 belgas se manifestaran este fin de semana en Bruselas para criticar la pasividad de su clase política.
"El conciliador ha pedido al rey que le descargue de su misión. El rey ha aceptado", según un breve comunicado emitido por la Casa real. La nota informa de que el monarca retomará desde este jueves nuevas "consultas", sin precisar de qué tipo ni con quién.
Vande Lanotte ha acudido a la residencia de Alberto II, el Palacio de Laeken, a las afueras de Bruselas, en la tarde del miércoles con la misión de entregar un informe "intermedio" de los contactos mantenidos con los partidos francófonos, el martes, y con los flamencos, este mismo miércoles durante más de cinco horas. Tras una hora y cuarto de reunión el mediador ha presentado su dimisión.
Las exigencias de dos de los partidos flamencos, los nacionalistas del N-VA que se impusieron en las elecciones y los democratacristianos (CD&V) del aún primer ministro Yves Leterme, para una mayor transferencia de competencias a las regiones bloquean las negociaciones. La propuesta de la N-VA se centra en mayores competencias en el área de empleo hacia las regiones, mientras que el CD&V reclama más poder para las regiones en cuestiones sanitaras, en los dos casos, los grupos valones consideran las demandas "inaceptables".
Bélgica ha batido el récord de país europeo sin Gobierno con más de 220 días transcurridos desde las elecciones anticipadas que en el mes de junio dieron la victoria al partido nacionalista flamenco N-VA de Bart De Wever.
Desde entonces, el rey Alberto II ha nombrado sin éxito a distintos mediadores para tratar de acercar posturas entre los siete partidos políticos --flamencos y valones-- implicados en las negociaciones. El propio De Weber y el líder socialista francófono, Elio di Rupo, han asumido sin resultados esta misión y la incertidumbre política, además, está deteriorando la confianza de los mercados en Bélgica.
La profunda reforma sobre la ley de financiación y transferencia de competencias que reclaman sobre todo los partidos flamencos y la disputa por los derechos lingüísticos y electorales de Bruselas y su región periférica (Bruselas-Hal-Vilvorde) son los principales obstáculos para el acuerdo.
El resto de partidos implicados en las negociaciones, socialistas (PS), democristianos (cDH) y verdes (Écolo) de la región valona y los flamencos socialistas (SP.A) y verdes (Groen) sí aceptaron la primera propuesta de Vande Lanotte como base para volver a la mesa de negociaciones.