DAMASCO, 11 Jul. (DPA/EP) -
Los médicos del enclave sirio de Idlib, el último gran bastión de los rebeldes del país, se encuentran completamente sobrepasados y han decidido limitar sus operaciones a casos de emergencia tras la confirmación esta semana del primer caso de coronavirus en la región.
"Los hospitales han suspendido las clínicas ambulatorias y solo reciben casos de emergencia", ha explicado el director para Turquía de la Sociedad Médica Siria Americana (SAMS), Mazen Kewara.
El Hospital Bab al Hawa, el lugar donde se confirmó el primer contagio, permanece cerrado por completo para impedir en la medida de lo posible la propagación del virus en Idlib, una población completamente devastada por la guerra, y hogar de tres millones de personas.
El viernes, Rusia y China vetaron una propuesta de compromiso en el Consejo de Seguridad de la ONU para continuar la ayuda humanitaria para millones de sirios, en la que se solicitaba una extensión de la apertura de dos cruces fronterizos a Siria durante los próximos dos meses
Ahmad Ramadan, un portavoz de la Coalición Nacional Siria (SNC), una organización paraguas para la oposición, ha condenado el veto y lamentado que cortar la ayuda era un "crimen".
"Va a provocar provocará una catástrofe humanitaria, especialmente porque Idlib ha registrado su primer caso. La comunidad mundial debería oponerse a este movimiento, principalmente impulsado por Rusia", ha denunciado antes de agregar la preocupación más urgente para todos los implicados: tras años de combate y pobreza, "la infraestructura de salud de Idlib no está lista para abordar un brote del virus".