El Gobierno amenaza con represalias penales si los médicos residentes no regresan a sus puestos de trabajo
MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
Unos 30.000 profesionales y estudiantes de medicina, familiares y simpatizantes, según los convocantes, --15.000, según la Policía-- se han manifestado este domingo en Yeouido, en el oeste de Seúl, en una demostración de fuerza tras trece días de huelga indefinida en protesta por la reforma del sector que impulsa el Gobierno surcoreano.
Los médicos, convocados por la Asociación Médica Coreana (AMC), han tomado las calles con pancartas con lemas como "En contra del aumento de la cuota de las facultades de medicina sin un acuerdo con el sector" o "Un aumento no preparado de la cuota de las facultades de medicina pone en peligro la formación médica", según recogen medios surcoreanos.
Los huelguistas esgrimen que los planes del Gobierno para incrementar el número de plazas de formación de las 3.000 actuales a las 5.000 para el año que viene -- ante las previsiones de que el país necesitará 15.000 médicos más para 2035 -- representa una carga insostenible dado que las universidades no tienen la capacidad para asumir un incremento que, a su entender, tampoco soluciona la falta de incentivos de cara a las especialidades peor pagadas, como pediatría o a cubrir las plazas en lugares más remotos. Además, argumentan que las autoridades deberían centrarse en protegerles de las demandas por mala praxis.
"Hoy nos hemos reunido para apoyar la valiente decisión de los médicos residentes que han elegido resistir a la opresión y a las cadenas. Debemos permanecer unidos para evitar el incremento de las cuotas profesionales médicas. Debemos permanecer unidos para evitar a toda costa el incremento de las cuotas de las facultades de medicina", ha afirmado el coordinador del comité de emergencia de la AMC, Kim Taek Woo, en un discurso ante los asistentes.
Más de 3.000 agentes de la Policía han sido movilizados ante la manifestación de los sanitarios. "Las manifestaciones serán garantizadas dentro de los límites legales, pero las actividades ilegales se encontrarán con una respuesta firme", ha advertido el comisario de la Agencia de la Policía Metropolitana de Seúl, Cho Ji Ho.
Cho ha respaldado además que la Policía registrara el viernes la sede de la AMC en Yongsan, Seúl, y ha anunciado que han solicitado prohibición de viaje para cuatro altos cargos de la asociación.
El Gobierno ha calificado de ilícita esta movilización y las dimisiones en masa promovidas por la AMC y está investigando a los dirigentes de la entidad. Desde la AMC han negado cualquier ilegalidad porque las dimisiones son decisiones personales.
El primer ministro surcoreano, Han Duck Soo, ha amenazado con medidas penales contra los médicos en prácticas que no regresen a sus puestos de trabajo. "Es intolerable que los médicos rechacen atender a los pacientes. El Gobierno se mantiene firme. Si persiste la ilegalidad de abandonar a los pacientes, el Gobierno cumplirá con sus obligaciones constitucionales y legales sin vacilar", ha advertido durante un Consejo de Ministros extraordinario celebrado también este domingo, coincidiendo con la manifestación de los médicos.
La legislación permite a las autoridades emitir órdenes de regreso al trabajo en caso de riesgo grave para la salud pública. Quienes no las cumplan podrían ser penalizados con la retirada de la licencia médica hasta un año y con hasta tres años de prisión, además de multas de 30 millones de wones (unos 20.800 euros).
El Ministerio de Sanidad había fijado el jueves como fecha límite para el regreso a los puestos de trabajo, pero menos del 5 por ciento de los 13.000 médicos residentes habían cumplido la orden para entonces. Ahora el Gobierno prepara ya las represalias penales y ha subrayado que no habrá ningún tipo de acuerdo, posiblemente influido por los sucesos de 2020, cuando el sector ya logró parar una reforma normativa similar. En paralelo, ha anunciado que serán lo más generosos posible con quienes acepten retomar el trabajo el domingo.
Mientras, los principales hospitales continúan aplazando intervenciones quirúrgicas y son selectivos en las urgencias para atender solo los casos más graves ante la falta de facultativos.