A la reunión precumbre asiste Von der Leyen, pero no Scholz pese a estar invitado
BRUSELAS, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
La primera ministra de Italia, Georgia Meloni, y una decena de países afines a la idea de endurecer el control migratorio en la Unión Europea se han reunido a primera hora de este jueves antes del arranque formal de una cumbre de líderes a 27, con el objetivo de subrayar la necesidad de que el bloque se abra a soluciones que definen como "innovadoras", en referencia a centros de deportación fuera de territorio comunitario o sanciones a países terceros que no acepten los retornos.
"Nuestro objetivo compartido es tener bajo control la migración y acelerar el retorno de demandantes de asilo rechazados. Por ello hemos discutido soluciones innovadoras para facilitar los retornos y también de la necesidad de legislación europea más estricta", ha resumido el primer ministro de Países Bajos, Dick Schoof, en un comunicado al término del encuentro.
Según los últimos datos ofrecidos por la Guardia Europea de Costas y Fronteras (Frontex), el número de llegadas irregulares a las fronteras de la Unión Europea en los primeros nueve meses de este 2024 ascendió a 166.000, lo que representa una reducción del 42% respecto al mismo periodo del año anterior.
Meloni y Schoof, junto a la socialdemócrata Mette Frederiksen, han sido los anfitriones de la cumbre en formato reducido que ha precedido al Consejo Europeo formal, y a la que han acudido en total once países más la presidenta de la Comisión Europea, la conservadora alemana Ursula von der Leyen.
También han participado Austria, Polonia, Hungría, Malta, Eslovaquia, Grecia, Chipre y República Checa, pero no el canciller alemán, Olaf Scholz, pese a que fuentes diplomáticas consultadas por Europa Press confirmaron que había sido invitado.
Fuentes del Palacio Chigi han indicado que el objetivo de este grupo es repetir el mismo formato en la próxima cumbre europea de diciembre para "reforzar" su estrategia de endurecimiento de la política migratoria.
"Cada vez más líderes reconocen que hay una crisis migratoria en Europa. Mientras, Hungría está siendo castigada por defender las fronteras de la UE, ¡es inaceptable!", ha escrito en redes sociales el primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
Precisamente Scholz, preguntado por los centros de deportación a su llegada a Bruselas, ha mostrado sus reservas respecto a la eficacia de programas como el negociado por Meloni con Albania para trasladar a este país a migrantes irregulares rescatados por las autoridades italianas en alta mar y que la primera ministra ha expuesto en detalle ante sus socios.
"Está claro que conceptos que, cuando se miran las cifras, representan algunas gotas (en el océano), no son realmente una solución para un país tan grande como Alemania", ha razonado el socialdemócrata alemán.
UNA POLÍTICA "DURA PERO JUSTA"
A su llegada, el primer ministro de Grecia, el conservador Kyriakos Mitsotakis, ha defendido que su país ha puesto en marcha en los últimos años una política migratoria "dura pero justa" y ha celebrado que el resto de la UE haya ido "reconociendo gradualmente" el peso de la dimensión exterior y la necesidad de abordar el asunto de los retornos, que se dejó de lado en el Pacto de Migración y Asilo.
"No podemos aceptar que no seamos capaces de ocuparse de manera efectiva de aquellos que no reciben el estatus de protección", ha remachado Mitsotakis, para incidir en la necesidad de discutir "soluciones innovadoras" desde una "nueva perspectiva".
Con todo, en una entrevista el jueves con el diario 'Financial Times', Mitsotakis expresó su "escepticismo" sobre la posibilidad de "replicar a nivel europeo un acuerdo bilateral" como el firmado entre Italia y Albania.
Aunque no han participado en la reunión previa al Consejo Europeo, otros líderes se han sumado a parte del discurso promovido por Meloni y respaldado por Von der Leyen en su carta a los líderes de principios de semana, cuando la jefa del Ejecutivo comunitario pidió explorar la creación de centros de deportación para trasladar a los migrantes irregulares llegados a la UE mientras se resuelve su expulsión definitiva.
Así, la primera ministra de Letonia, Evika Silina, ha confiado en que, pese a ser un asunto "muy candente", los socios europeos entiendan que es necesario "tomar decisiones muy firmes" para contener la migración irregular y su instrumentalización por parte del régimen de Bielorrusia.
El mandatario irlandés, Simon Harris, por su parte, ha afirmado que Irlanda cree que debe ser una prioridad aplicar "con éxito" el Pacto de Migración y Asilo que la UE acordó este mismo año pero cuya implementación está prevista para 2026.
Sin embargo, también ha avisado de que sin dejar de lado los valores europeos y la defensa de los derechos humanos, la UE debe mostrar "mente abierta" hacia soluciones "innovadoras" y garantizar a los ciudadanos que "hay reglas y que las reglas se cumplen".
El presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, también se a sumado a las llamadas para buscar soluciones innovadoras" y ha apuntado otra de las claves recogidas por Von der Leyen en su carta a los líderes para revisar la definición de "país terceros seguro" a donde externalizar los procesos de expulsión.