MADRID 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha viajado este miércoles a Túnez por cuarta vez en menos de un año para abordar nuevamente la crisis migratoria y la cooperación con los países del norte de África para frenar el flujo de llegadas al país europeo.
Meloni, que ha llegado por la mañana a territorio tunecino acompañada de una delegación que incluye al ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, se ha desplazado hasta el Palacio de Carthage para reunirse con el presidente del país, Kais Saied, que se encuentra a la espera de recibir un paquete de ayuda valorado en millones de euros en el marco del memorando de entendimiento alcanzado en julio de 2023 con la Unión Europea.
No obstante, durante meses este acuerdo ha servido para reducir el flujo migratorio desde las costas tunecinas hacia la isla italiana de Lampedusa, si bien durante las últimas semanas se han vuelto a registrar un repunte de las llegadas en territorio italiano, según informaciones del diario italiano 'La Repubblica'.
Fuentes cercanas al Gobierno italiano apuntan a la posibilidad de que el presidente tunecino proponga una serie de medidas a cambio de la implementación del llamado 'Plan Mattei' del Gobierno italiano. En este sentido, está previsto que se firmen tres acuerdos, uno sobre el apoyo al Estado de Túnez en relación con la eficiencia energética y energías renovables, un préstamo a las pequeñas y medianas empresas del país y un memorando sobre educación.
Para Roma, es de vital importancia que las autoridades tunecinas sigan adelante con sus acciones para combatir el tráfico de personas y evitar así las salidas ilegales de migrantes que acaban llegando a las costas italianas, según ha puntualizado el Gobierno en reiteradas ocasiones.
Junto a Libia, Túnez es el principal país de salida de miles de personas que tratan de cruzar el Mediterráneo para llegar a Italia. Cifras oficiales apuntan a que esta salida ha sufrido un repunte desde mediados de marzo.
Está previsto que Meloni se traslade posteriormente a Bruselas, donde abordará con sus socios la posibilidad de entregar finalmente el paquete de 900 millones de euros a Túnez, tal y como se preveía en un primer momento, a pesar de que Saied no ha introducido las reformas necesarias para ello.