NAIROBI, 31 Dic. (EP/AP) -
La policía de Kenia viene enfrentándose en los últimos días con miles de simpatizantes de la oposición que acusan al presidente, Mwai Kibaki, de ganar la reelección de forma fraudulenta, y el número de muertos por la violencia postelectoral aumentó a 125.
Los agentes abrieron fuego y lanzaron gases lacrimógenos contra los opositores, y tres policías dijeron que tenían órdenes de tirar a matar. En tanto, simpatizantes del candidato opositor advirtieron que están dispuestos a morir para protestar contra el supuesto fraude.
La violencia postelectoral reavivó los resentimientos entre las dos tribus principales de Kenia. Los simpatizantes de Raila Odinga, de la tribu luo, se enfrentaron con miembros de la kikuyu, a la que pertenece Kibali.
El jefe de la Cruz Roja de Kenia dijo que hubo muchos muertos por enfrentamientos étnicos en el país. En los asentamientos más pobres de Nairobi y entre numerosos incendios, los manifestantes fueron replegados con gases lacrimógenos, chorros de agua y disparos.
Alex Busisa, de 22 años, dijo que la policía la disparó al salir de una vivienda cerca de una protesta. "Mientras los políticos pueden pagar un avión para huir... es el ciudadano común el que sufre, como yo", explicó Busisa desde el hospital.
Odinga comparó a Kibaki con un dictador militar, que "tomó el poder a punta de pistola", ante lo cual pospuso una concentración prevista para el lunes en el Parque de Uhuru, después de que la policía advirtió que el acto no debía realizarse.
En vez de esa concentración, Odinga convocó a que un millón de personas se concentre el jueves en el mismo parque de Nairobi, donde los manifestantes exigieron una democracia pluripartidista a comienzos de la década de 1990.
"Informaremos a la policía sobre la marcha. Marcharemos con bandas negras en el brazo, porque estamos de luto", afirmó Odinga, quien encabezó las encuestas y se perfiló como líder tras los primeros recuentos de votos.