SANÁ, 24 Ago. (Reuters/EP) -
Al menos 14 civiles han muerto a causa de los ataques lanzados este lunes por los huthis sobre Taiz (sur), como parte de la batalla para controlar la tercera ciudad de Yemen, según han informado residentes locales.
Milicias locales leales al Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi --exiliado en Riad-- luchan desde abril contra los rebeldes chiíes por el control de la conocida como "capital cultural de Yemen", con un saldo de cientos de muertos, entre combatientes y civiles.
"La situación es fea", ha dicho Abdulaziz Mohamed, un vecino de Taiz. "La lucha tiene lugar en varios frentes. Dos cohetes han caído sobre el barrio de Deluxe y han matado a 14 personas, entre ellos mujeres y niños", ha detallado.
Además, Mohamed ha denunciado en declaraciones a la agencia de noticias Reuters que, debido a los intensos combates, "todos los hospitales, excepto uno, han tenido que cerrar, por lo que hay falta de asistencia médica".
Por su parte, la coalición internacional liderada por Arabia Saudí ha lanzado varios ataques aéreos contra posiciones de los huthis en Taíz, aunque de momento no hay balance de víctimas. Los bombardeos del fin de semana dejaron al menos 65 muertos, la mayoría civiles.
CRISIS YEMENÍ
Arabia Saudí asumió el 25 de marzo el liderazgo de la 'Operación Tormenta Definitiva', con la que, junto a otros nueve países de la región, tiene como intención declarada "repeler a las milicias huthis, Al Qaeda y el Estado Islámico" en Yemen.
Las monarquías del Golfo Pérsico temen que la influencia de Irán en la región se extienda con el ascenso de los huthis al poder, en medio de la inestabilidad generada por el conflicto iraquí y la guerra civil en Siria.
El presidente yemení había apelado directamente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en una carta para que autorizara una intervención militar para frenar "la agresión de los huthis" contra su Gobierno.
La crisis política en Yemen, fruto de las disputas intestinas no resueltas con la caída del Gobierno de Alí Abdulá Salé, en 2011, se agravó el pasado mes de septiembre con la irrupción en Saná de los rebeldes chiíes.
Los huthis, que históricamente han reivindicado mayor autonomía para el norte de Yemen, llevaron a Hadi y su Gobierno a dimitir en bloque y a refugiarse en Riad, evidenciando así la pugna por el control de un país al borde de la guerra civil.