MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
La intensificación de los combates en zonas urbanas de Afganistán ha provocado un aumento de las víctimas infantiles en todo el país, donde 161 niños han muerto en los tres primeros meses del año y 449 han resultado heridos, un 29 por ciento más que el mismo periodo del año pasado, según cifras de Naciones Unidas.
"Si los combates prosiguen cerca de las escuelas, de los patios, de los hogares y de las clínicas, y si las partes en combate siguen empleando armas explosivas -- como morteros y bombas -- estas cifras de niños muertos y mutilados, de por sí son estremecedoras, van a aumentar", ha denunciado la directora de la sección de Derechos Humanos de la Misión de la ONU en Afganistán (UNAMA), Danielle Bell, en un comunicado.
El número total de fallecidos civiles durante los tres primeros meses del año ha descendido. En total se han contabilizado 600 víctimas mortales, un 13 por ciento menos que en 2015, pero los heridos han aumentado un 11 por ciento, hasta los 1.343.
Una tercera parte del total de víctimas son niños, según la ONU, que destaca también un repunte del 5 por ciento en el número de mujeres fallecidas, 52, y heridas, 143.
Como suele ser habitual, el informe de la ONU responsabiliza a las fuerzas insurgentes, con los talibán a la cabeza, de causar la mayor parte de víctimas civiles, un 60 por ciento del total. Sin embargo, también señala que el número de muertos y heridos debidos a la acción de las fuerzas de seguridad del Estado afgano han aumentado -- un 19 por ciento o un 70 por ciento más que en el mismo periodo de 2015 --por la falta de contención a la hora de combatir en zonas urbanas y por su empleo de los explosivos mencionados.
Por último, la ONU cifra en seis los civiles muertos y en 21 los heridos como resultado de bombardeos efectuados por las fuerzas aéreas afganas y de Estados Unidos.