BEIRUT 20 Dic. (Reuters/EP) -
Al menos 19 personas han muerto como consecuencia de los ataques aéreos contra una localidad controlada por fuerzas rebeldes en la provincia de Idlib en la noche del martes al miércoles, según han informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos y los 'cascos blancos'.
El Observatorio, una organización con sede en Londres y con una amplia red de informadores en el territorio sirio, ha asegurado que los ataques aéreos han sido lanzados por las fuerzas del Gobierno sirio o por la aviación rusa. Las Fuerzas Armadas sirias y el Ministerio de Defensa no se han pronunciado sobre los ataques, si bien han subrayado en repetidas ocasiones que solo atacan objetivos de grupos de milicianos.
Los ataques aéreos han tenido lugar en la localidad de Maar Shureen, en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, y entre los fallecidos figuran siete niños, según las estimaciones del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
La Defensa Civil de Idlib, un servicio de rescate conocido como los 'cascos blancos' y que opera en las zonas controladas por los rebeldes, han asegurado que los últimos bombardeos aéreos han dejado 19 muertos en Idlib. Según el Observatorio, hay además 25 personas heridas.
Las fuerzas del Gobierno sirio y sus aliados han incrementados los ataques aéreos contra las localidades controladas por fuerzas rebeldes y milicianos de grupos terroristas en la zona rural de Hama, cerca del sur de Idlib, según denunciaron la semana pasada los sublevados.
El Ejecutivo de Damasco perdió el control de Idlib después de que las fuerzas rebeldes se hicieran con la capital provincial en 2015. En la actualidad, es la única provincia que sigue estando bajo control de la oposición y la región más poblada de Siria dominada por los rebeldes.
Hayat Tahrir al Sham, una alianza de grupos islamistas liderada por la antigua filial de Al Qaeda en Siria, es la fuerza rebelde dominante en Idlib. Esta circunstancia ha hecho temer a los civiles y a los combatientes del Ejército Libre Sirio que la región se convierta en objetivo de los ataques del régimen y quede como el principal campo de batalla.
Miles de civiles y de combatientes han llegado a lo largo del último año a Idlib, tras ser evacuados en autobuses de las localidades en las que estaban antes de que las tomaran las fuerzas de Al Assad con la ayuda militar de Rusia y de Irán.
La provincia de Idlib, que hace frontera con Turquía, está integrada en los acuerdos para rebajar la tensión y mantener el alto el fuego en algunas zonas del oeste de Siria. Turquía, que ha apoyado desde el inicio de la guerra a algunas facciones rebeldes, estableció en octubre puestos de observación en Idlib en el marco de un acuerdo con Rusia e Irán para reducir los combates en la zona.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado que la operación militar turca en Idlib está ampliamente completada. El despliegue está considerado también como una forma de contener la influencia de los milicianos kurdos en el norte de Siria.