Actualizado: domingo, 28 agosto 2016 13:40

BEIRUT, 28 (Reuters/EP)

El Ejército turco y sus aliados han lanzado en las últimas horas más de 80 ataques contra posiciones de milicias kurdas en el norte de Siria, particularmente concentradas en la región de Jarablús, que se han cobrado las vidas de al menos 60 personas, entre ellas 35 civiles, según ONG, y 25 milicianos de los grupos armados del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y de las Unidades de Protección Popular sirias (YPG), según el Ejército.

Los ataques aéreos turcos han destruido al menos cinco edificios de los milicianos kurdos, "con el mayor cuidado para impedir hacer daño a la población civil de la región", según el comunicado recogido por el diario turco 'Hurriyet'.

Por otro lado, fuerzas rebeldes sirias aliadas con Turquía han lanzado ataques contra las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), compuestas en su mayoría por las YPG, en las localidades de Jub al Kousa, donde han muerto 20 civiles, y Al Amarna, donde han muerto otros 15. Estos ataques han contado, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con apoyo de artillería y aviones turcos. Otras 50 personas han resultado heridas.

"Decenas de civiles masacrados por el fuego aéreo y de artillería de Turquía en Jub al Kousa", han confirmado en Twitter las Unidades de Defensa de Rojava, nombre con el que se conoce el territorio controlado por los kurdos en el norte de Siria.

Turquía también ha atacado este domingo a las YPG en Manbij, ciudad arrebatada hace un par de semanas al Estado Islámico por las FDS. Un comandante rebelde ha revelado a Reuters que el objetivo de estos ataques es quitar Manbij a los kurdos

El Observatorio ha indicado que estos ataques han permitido a los rebeldes sirios respaldados por Turquía recuperar los municipios de Al Amarna y Ayn al Bayda, de donde las FDS habrían tenido que retirarse. Fuentes rebeldes aseguran que también han tomado Dabis.

'ESCUDO DEL ÉUFRATES'

Estos ataques se enmarcan en la operación 'Escudo del Éufrates', lanzada por Turquía para alejar de su frontera con Siria a las YPG, a las que vincula con el PKK, considerado una organización terrorista por Ankara.

El Gobierno presidido por Recep Tayyip Erdogan protagonizó el miércoles una incursión terrestre en Siria para abrir un "corredor" a los rebeldes que les permitiera tomar la ciudad de Jarablus, situada a 40 kilómetros de Manbij, algo que ocurrió poco después.

Erdogan amenazó entonces a las YPG con nuevos ataques si no se replegaban. Las milicias kurdas retrocedieron para consolidar su dominio sobre Manbij, pero los ataques turcos han continuado, más después del atentado perpetrado el viernes por el PKK en Cizre.

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