MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) - Al menos 49 personas han muerto y otras 41 han resultado heridas en un ataque terrorista contra dos mezquitas en la localidad de Christchurch, en la Isla Sur de Nueva Zelanda, según ha informado el jefe de la Policía neozelandesa, Mike Bush. En una comparecencia ante la prensa a las 21.00 horas de este viernes, el jefe de la Policía neozelandesa ha dicho que han muerto 41 personas en la mezquita de la avenida Deans y otras siete en la mezquita de Linwood, además de una persona que ha fallecido poco después en un hospital por la gravedad de las heridas sufridas. El anterior balance facilitado por la primera ministra del país, Jacinda Ardern, era de 40 muertos y 20 heridos graves. Ardern ha asegurado que la situación vivida este viernes "no tiene precedentes" en la historia reciente de Nueva Zelanda y ha dejado claro que se trata de un ataque terrorista. "Está claro que esto solo puede describirse como un ataque terrorista. Por lo que sabemos, parece estar bien planeado", ha señalado la primera ministra neozelandesa, según informa el diario 'New Zealand Herald'. Al menos cuatro personas --tres hombres y una mujer-- se encuentran bajo custodia policial, tal y como ha anunciado la Policía neozelandesa. Uno de los atacantes ha retransmitido en directo por redes sociales un vídeo con su ataque contra una de las mezquitas. "La Policía está interrogando a los detenidos, de los cuales ninguno estaba fichado por las autoridades", ha manifestado la primera ministra neozelandesa. Ardern ha dicho que se han encontrado dos artefactos explosivos en los vehículos de los sospechosos de haber perpetrado el atentado y que han sido neutralizados. La primera ministra neozelandesa ha asegurado que los detenidos no estaban en ninguna lista de seguimiento por terrorismo. "Hay cuatro individuos que han sido detenidos pero tres están conectados con este ataque y están bajo custodia, uno de los cuales ha dicho públicamente que es australiano", ha explicado. "Hay personas que yo las describiría como de visiones extremistas que no tienen absolutamente ningún lugar en Nueva Zelanda y que, de hecho, no tienen lugar en el mundo", ha dicho Ardern. "Aunque no tenemos ninguna razón para creer en esta fase que hay otros sospechosos, no lo estamos dando por supuesto en este momento", ha apostillado. "Quiero enviar un mensaje a aquellos directamente afectados. Para muchos este no es el lugar en el que nacieron. Para muchos Nueva Zelanda fue su elección (...) un lugar al que muchos vinieron por su seguridad. Un lugar donde era seguro practicar su cultura y religión", ha subrayado.