NAIROBI 16 Nov. (Reuters/EP) -
Al menos cuatro personas han muerto en tiroteos y explosiones registrados en varios barrios de la capital de Burundi, Buyumbura, este domingo, una jornada en la que fue atacada la casa del alcalde, que apoya al Ejecutivo, han informado varios testigos y fuentes locales.
Burundi ha sufrido en los últimos meses una etapa marcada por la violencia que se desató cuando el presidente del país, Pierre Nkurunziza, decidió en abril presentarse para un tercer mandato, a pesar de que la Constitución lo prohíbe. Finalmente, consiguió su objetivo y ganó las elecciones en julio.
La semana pasada, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pidió al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, que informara en quince días sobre las opciones para reforzar la presencia de la organización multinacional en Burundi ante el temor de que la situación derive en un conflicto étnico, en un país que aún mantiene en la memoria el genocidio cometido en 1994 en Ruanda.
Los atacantes atacaron este domingo un puesto de Policía en el sur de Buyumbura, matando a un oficial de Policía y dejando a otro herido, según ha relatado un oficial que presenció el incidente y que no ha querido ser identificado.
Los tiroteos comenzaron a las 21.00 horas en zonas como Mutakura, donde tres personas han resultado heridas. Los tiroteos se intensificaron a medianoche y se han escuchado durante horas en toda Buyumbura, según ha señalado otro mando policial.
Dieudonné Nduwayo, secretario administrativo de la zona de Bwiza, en Buyumbura, ha afirmado que otras tres personas han muerto en diferentes lugares del distrito de Mukaza.
El alcalde de Buyumbura, Freddy Mbonimpa, miembro del partido del presidente Nkurunziza, ha contado que su vivienda en Rohero y los vehículos allí aparcados han sido atacados por un grupo de unas diez personas.
"Unos diez asaltantes han disparado y han lanzado granadas contra mi casa. Afortunadamente, no hemos tenido ningún muerto porque mis guardas han respondido", ha contado Mbonimpa, en declaraciones a Reuters.
Decenas de personas han muerto en manifestaciones y en asesinatos y miles han huido de Burundi desde que el presidente Nkurunziza anunció que se presentaría para un tercer mandato, una decisión que la oposición rechaza por considerar que viola la Constitución y el tratado de paz que puso fin a los enfrentamientos en 2005.