BAGDAD, 2 (Reuters/EP)
Al menos 24 personas han muerto y otras 67 han resultado heridas por la explosión de un coche bomba en una concurrida plaza del barrio bagdadí de Ciudad Sadr, según han informado fuentes policiales y de los servicios médicos. Nueve de las víctimas mortales eran mujeres que pasaban con un minibus por la zona cuando explotó el coche bomba.
Estado Islámico ha reivindicado la autoría del atentado perpetrado este lunes en Ciudad Sadr, un barrio de mayoría chií. Los milicianos de negro han indicado que el coche bomba iba dirigido contra una reunión de musulmanes chiíes, a los que Estado Islámico considera herejes.
El grupo terrorista ha aumentado sus ataques contra objetivos civiles en la capital de Irak. En total, este lunes han tenido lugar otros cuatro atentados sólo en Bagdad, que han causado la muerte de nueve personas más.
En el oeste de Bagdad, otro coche bomba ha sido detonado cerca de una mezquita chií, lo que provocado la muerte de cinco personas. Pocas horas después ha tenido lugar una explosión en las inmediaciones de un hospital en el centro de la ciudad que ha dejado un muerto y cuatro heridos. En distrito de Zaafranyiya, en el sureste de la ciudad, dos civiles más han perdido la vida y siete han resultado heridos por otro coche bomba. Un artefacto explosivo en un coche ha matado a una persona más en el barrio de Baladiyat.
El sábado, 29 personas perdieron la vida por la explosión de tres bombas. El domingo se produjo un ataque simultáneo en la ciudad de Najaf, en el sur del país, en el que han perdido la vida siete policías. En los últimos tres días, han muerto un total de 60 personas por ataques yihadistas.
"VENGANZA" POR MOSUL
El Estado Islámico ha señalado que los ataques que han tenido lugar este lunes han sido por "venganza" por "los constantes y repetidos ataques contra instalaciones sanitarias de la provincia de Nínive". El mensaje de los yihadistas hace referencia a dos ataques aéreos que realizaron las fuerzas estadounidenses el mes pasado contra hospitales en el este de Mosul.
El Gobierno del primer ministro iraquí, Haider al Abadi, lanzó en octubre de 2016 una ofensiva para tratar de recuperar el control de la ciudad de Mosul, situada en el norte de Irak y considerada el principal bastión de la organización yihadista en el país árabe.
La ofensiva sigue adelante, mientras los yihadistas han matado este lunes a cuatro militares en un ataque perpetrado contra un cuartel cerca de Baiji, 180 kilómetros al norte de Bagdad. Además, doce personas han sufrido heridas, entre ellos varios combatientes tribales suníes.
El ataque se saldó también con el robo de varias armas que luego sirvieron para lanzar otra operación en la cercana Shirqat, donde las autoridades se vieron obligadas a imponer un toque de queda y a cerrar escuelas y empresas.
El alcalde, Alí Dodah, ha asegurado que Estado Islámico se ha hecho con el control de tres puestos de control en la principal carretera que conecta Baiji y Shirqat. Según Dodah, que ha hablado con Reuters, al menos dos niños han perdido la vida en estos incidentes.
Por otra parte, un grupo de hombres armados han irrumpido en una pequeña localidad cercana a Udhaim --90 kilómetros al norte de Bagdad-- y ha ejecutado con sendos disparos en la cabeza a nueve combatientes suníes. Al menos tres milicianos chiíes afines al Gobierno murieron y otros siete resultaron heridos por un ataque de yihadistas cerca de Udhaim, han informado fuentes policiales.