MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Al menos un policía ha muerto y 190 personas más han resultado heridas durante la operación de las fuerzas de seguridad para desalojar a los islamistas que llevan 18 días acampados en la avenida principal que comunica las ciudades gemelas de Islamabad y Rawalpindi para protestar contra una reforma legal que afecta a la consideración del profeta Mahoma. La acampada está respaldada por tres partidos islamistas ultraconservadores.
Unos 8.500 policías han empleado gases lacrimógenos y cañones de agua para desalojar a los manifestantes acampados en la avenida de Islamabad. El desalojo prácticamente se ha completado tras varias horas de ofensiva, pero las protestas contra el mismo se han extendido por otras ciudades del país como Karachi, otras localidades de la provincia de Sindh; Shahdara o Lahore.
A las 7.00 horas (hora local, 3.00 hora peninsular española) terminaba el plazo dado por los tribunales y las autoridades para el desalojo de la protesta e inmediatamente después han intervenido las fuerzas de seguridad arrasando con las tiendas en su avance.
Sin embargo, los manifestantes estaban preparados para defenderse y han lanzado piedras y cascotes, uno de los cuales habría herido mortalmente a uno de los agentes. Para las 11.00 la gran mayoría de manifestantes habían sido desalojados, pero seguían produciéndose enfrentamientos esporádicos en distintos puntos de la zona de protesta. Los manifestantes han destrozado cuatro vehículos policiales, incluidos dos furgones y han causado daños en una estación de autobuses.
"Vamos a desalojar la zona de Faizabad cumpliendo las órdenes judiciales", ha explicado un portavoz policial en declaraciones a la agencia de noticias paquistaní APP. "Vamos a hacer todo lo posible para que no haya víctimas mortales", ha añadido.
Sin embargo, Ejaz Ashfari, portavoz de Tehrik Labbaik Ya Rasul Alá, el partido más importante implicado en la protesta, ha advertido a Reuters de que son "miles". "No nos vamos a marchar. Vamos a luchar hasta el final", ha apostillado.
MAHOMA, EL ÚLTIMO PROFETA
La crisis comenzó a raíz de la aprobación el mes pasado dentro de la Ley de Elecciones de 2017 de un cambio en la fórmula utilizada para jurar los cargos por la que se podía interpretar que Mahoma es un profeta, no el último profeta. Este matiz enfureció a los partidos islamistas que denunciaron una conspiración contra la religión musulmana.
El Gobierno ha atribuido este matiz a un "error clerical" y se ha aprobado ya una enmienda legal para aclarar cualquier duda al respecto y dejar claro que Mahoma es el último profeta. Sin embargo, los partidos Tehrik i Jatm i Nabuwat, Tehrik Labait Ya Rasul Alá y Tehrik Pakistan, convocantes de la protesta, rechazaron la explicación y centraron sus iras en el ministro de Ley y Justicia, Zahid Hamid, a quien tildan de blasfemo.
El Gobierno ha mantenido contactos para lograr una salida negociada a la crisis e incluso planteó cambiar la cartera del ministro Hamid o suspenderle del cargo, pero los manifestantes rechazaron ambas propuestas.