MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
El balance de víctimas de los dos atentados perpetrados este miércoles por los talibán en la capital de Afganistán, Kabul, ha ascendido a 16 muertos y 59 heridos, según datos del Ministerio de Sanidad recogidos por la agencia afgana de noticias Pajhwok.
Uno de los ataques ha sido perpetrado con un coche bomba que ha estallado cerca de un cuartel policial en el oeste de Kabul, según la versión ofrecida por el Ministerio del Interior. Tras la deflagración, varios milicianos han abierto fuego contra las fuerzas de seguridad.
El tiroteo en el cuartel de la Policía, cercano a una academia militar, se ha prolongado durante horas, con varios milicianos atrincherados dentro del cuartel.
Nayib Danesh, portavoz del Ministerio del Interior, ha afirmado que el ataque ha sido neutralizado a última hora de la tarde y que las fuerzas de seguridad están inspeccionando la zona.
En el otro atentado coordinado, los talibán han atacado una oficina de la Dirección Nacional de Seguridad (NDS, la agencia de Inteligencia afgana) situada en la periferia oriental de Kabul. Un responsable del Ejército ha dicho que el ataque ha sido rápidamente neutralizado por las fuerzas de seguridad.
"Dos terroristas han entrado en el edificio. Uno se ha inmolado y el segundo ha sido abatido por las fuerzas de seguridad", ha explicado Abdul Nasir Ziaee, jefe del 111 cuerpo del Ejército, con sede en el este de Kabul.
El portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, ha asegurado que los ataques han dejado "decenas" de muertos y heridos entre las fuerzas de seguridad. Los insurgentes suelen exagerar el impacto que causan sus ataques.
En febrero, murieron 20 personas en un ataque perpetrado por el grupo terrorista Estado Islámico en la sede del Tribunal Supremo en Kabul.
Los ataques coordinados de Kabul llegan el mismo día que se ha anunciado que los talibán se han hecho con el control de un distrito de la provincia de Baghlan, situada en el norte del país.
Según las estimaciones de Estados Unidos, las fuerzas gubernamentales afganas controlan en la actualidad menos del 60 por ciento del territorio del país, manteniendo bajo su dominio todas las capitales provinciales.