Al menos un muerto y una decena de heridos en las protestas en Sri Lanka contra el Gobierno

MADRID, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

Al menos una persona ha muerto y otra decena ha resultado heridas este martes como consecuencia de los enfrentamientos entre manifestantes antigubernamentales y la Policía durante nuevas protestas en Sri Lanka.

Los choques han tenido lugar en la ciudad de Rambukkana, en el oeste de la isla. De acuerdo con los manifestantes, la Policía ha disparado para reprimir las protestas, que cumplen ya dos semanas desde que comenzaron y que continúan a pesar de los intentos desesperados del Gobierno por apaciguar los ánimos.

Los manifestantes han respondido a los disparos de la Policía asediando una comisaría de la ciudad, sobre la que han estado arrojando piedras, ha informado el periódico ceilandés 'Daily Mirror'.

Las protestas de este martes en Rambukkana por el aumento de los combustibles y la escasez de alimentos y medicinas se han enturbiado aún más cuando la Policía ha intentado dispersar a los manifestantes lanzando gases lacrimógenos después de más quince horas de movilizaciones y bloqueos.

Después de intentar sin éxito que una delegación de los manifestantes se reunirse con el primer ministro, Mahinda Rajapaksa, el presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, presentó este lunes a su nuevo equipo de Gobierno, en el que destacaba la ausencia de tres de sus familiares.

El asediado presidente Gotabaya Rajapaksa terminó por remodelar su gabinete, formado ahora por 17 carteras, aunque mantuvo a su hermano, el también muy cuestionado Mahinda Rajapaksa, mientras los manifestantes y la oposición piden la salida de ambos.

Las manifestaciones contra el Gobierno han cruzado fronteras y se han registrado protestas en algunas ciudades europeas, como Atenas y Londres, así como en Estados Unidos, donde un grupo de personas se ha plantado frente a las puertas del domicilio en Los Ángeles de uno de los hijos del presidente Rajapaksa.

Mientras tanto, el nuevo Gobierno ya ha solicitado de manera formal al Fondo Monetario Internacional (FMI) un paquete ayuda económica con el que solventar por el momento las gran escasez de divisas, el pago a sus acreedores, además de hacer frente a la mayor inflación de Asia.