MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
Al menos once rohingyas han muerto, unos 30 han desaparecido y otros 24 han sido rescatados este lunes después de que el barco pesquero que les transportaba de Birmania a Bangladesh a través del río Naf se hundiese en el marco de una nueva oleada migratoria, según ha informado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Un policía presente en la región, Moinuddin Khan, ha indicado que el número de muertos confirmados asciende a 12, de entre los que hay seis niños y cuatro mujeres, según ha recogido Reuters.
Guardacostas de Bangladesh han explicado a la agencia que el barco se hundió porque iban a bordo demasiadas personas. Los rohingyas habían pagado cantidades de dinero desorbitadas para poder cruzar el río Naf, que forma una frontera natural entre Birmania y la región bangladeshí de Cox's Bazar.
Cientos de refugiados rohingyas han llegado este lunes a la localidad de Palongkhali, en el sur de Bangladesh, y han denunciado que han tenido que huir de Birmania por el hambre y los ataques que están sufriendo por parte de las autoridades del país y las comunidades budistas.
"No podemos salir de casa desde hace un mes porque el Ejército está robando a la gente (...). Empezaron a quemar la localidad, así que tuvimos que escapar a otra", ha relatado a Reuters Mohammad Shoaib, de 29 años, uno de los inmigrantes que ha llegado a Bangladesh.
"Con el paso de los días las cosas se iban poniendo peor, así que emprendimos la ruta hacia Bangladesh. Antes de irnos, me di la vuelta para ver mi casa y vi como todo el pueblo estaba calcinado", ha añadido Shoaib.
Los inmigrantes han explicado que además de sufrir ataques constantes, los supermercados del estado de Rajine, en el este de Birmania, han cerrado y que las ayudas han sido restringidas. "Huimos de nuestra casa porque no teníamos nada que comer", ha afirmado Jarhni Ahlong, un rohingya de 28 años que está esperando en la localidad de Buthidaung para cruzar a Bangladesh. "Creo que si vamos a Bangladesh podremos conseguir comida", ha manifestado.
Alrededor de 536.000 musulmanes rohingyas han huido de Birmania desde que el 25 de agosto milicianos de esta comunidad atacaron varios puestos de las fuerzas de seguridad birmanas, lo que desató una fuerte ola de violencia en su contra por parte del Ejército y de la mayoría budista del país.
La mayoría han buscado asilo en campos de refugiados de la región bangladeshí de Cox's Bazar, donde viven más de 500.000 personas sin acceso adecuado a agua potable, ni suficiente comida o a un lugar seguro donde poder dormir, lo que está agravando las necesidades sanitarias en los campamentos y en los asentamientos improvisados.