MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
Al menos siete civiles han muerto y otros diez han resultado heridos en ataques perpetrados por la junta militar de Birmania en varios puntos del país asiático, que sufre un repunte de la violencia a medida que los militares y los rebeldes protagonizan nuevos enfrentamientos.
Uno de los ataques ha tenido lugar en la localidad de Min Taing Pin, en la región de Sagaing, donde cinco personas han muerto, entre ellas un bebé, y otras cinco han resultado heridas. Varios testigos han relatado que varias viviendas y vehículos han quedado destruidos por los bombardeos.
Las autoridades del Gobierno de Unidad Nacional --ejecutivo creado para hacer frente a la junta y leal a la otrora 'líder de facto', Aung San Suu Kyi--, han señalado que se trata de un ataque "no provocado" y han pedido a la población mantenerse alerta ante posibles ataques y "crímenes de guerra" cometidos por la junta, según informaciones del portal de noticias Irrawaddy. Poco después, tres aviones de combate del Ejército birmano han atacado la presa de Thaphanseik, en Kyun Hla, donde varias personas han resultado heridas.
Por otra parte, una persona ha muerto y un niño ha resultado herido en un ataque registrado en la región de Bago, según ha explicado la Unión Nacional Karen (KNU), mientras que en el norte del estado de Shan se ha registro otro muerto y un herido a causa de un ataque aéreo.
"El ejército de Birmania ha estado llevando a cabo ataques aéreos y de artillería contra objetivos civiles en el norte del estado de Shan desde octubre", ha declarado un portavoz del Ejército de Liberación Nacional de Taang.
Asimismo, el Ejército de Arakan ha situado en tres los heridos en el estado de Rajine, también objetivo de los últimos ataques de la junta, que ha intensificado su ofensiva a medida que la resistencia saca adelante una operación conjunta.