El presunto atacante se entrega a la Policía después de una persecución nocturna
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Al menos ocho personas han resultado heridas, dos de ellas de gravedad, durante un tiroteo contra un autobús que circulaba por Jerusalén en la madrugada de este domingo y tras el que ha sido detenido un joven residente de Jerusalén Este que se ha entregado a las autoridades después de una persecución policial por la ciudad.
Según las autoridades, el sospechoso disparó hacia un autobús cerca del Muro de las Lamentaciones, alcanzando a varios de los ocupantes del vehículo. Los servicios de emergencias han informado de que han recibido tratamiento dos personas que resultaron gravemente heridas, mientras que otras seis presentaban heridas leves, según ha podido saber el medio hebreo 'Yedioth Aharonoth'.
Las víctimas han sido trasladadas a hospitales. Una de las personas heridas es una mujer embarazada de unos 30 años, cuya vida corre peligro por una herida "compleja" en el abdomen. Esta noche se le ha practicado un parto de emergencia y el bebé se encuentra ahora mismo en estado grave.
Entre los heridos también se encuentran cuatro miembros de una familia -padres, hijo e hija--, que forman parte de la secta jasídica Satmar y se encontraban de visita en Israel desde Williamsburg, Nueva York, como turistas. El padre está en estado grave, sedado y con un respirador, mientras que la madre se encuentra en estado moderado.
"Un gran número de fuerzas policiales llegaron al lugar y comenzaron a asegurar el área, investigando el caso y buscando al sospechoso que huyó", ha comunicado la Policía, de acuerdo con las declaraciones recogidas por el periódico 'The Times of Israel'.
"Jerusalén es más fuerte que cualquier evento y no permitiremos que ningún terrorista dañe la rutina de la vida en el espacio público", ha declarado Moshe Leon, alcalde de la ciudad, después de asistir al lugar del ataque, donde se reunió con los servicios de emergencias.
El presunto atacante, finalmente, se ha entregado a la Policía en la mañana del domingo, ha informado el 'Yedioth'. Tras una persecución nocturna por parte de los agentes, el presunto autor del crimen se ha presentado en una comisaría con el arma con la que perpetró el atentado.
Según los medios hebreos, el sospechoso es un residente de Jerusalén Este que fue identificado como Amir Sidaui, de 26 años. De acuerdo con el diario 'Hararetz' Sidaui ostenta la ciudadanía israelí, había cumplido cinco años de cárcel tras un ataque con cuchillo y no está afiliado a ninguna organización.
Este domingo por la mañana, el primer ministro, Yair Lapid, se ha reunido con el ministro de Seguridad Pública, Omer Bar Lev, y con el jefe de Policía, Kobi Shabtai, para recibir información actualizada sobre la situación de la seguridad.
Por su parte, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha reaccionado al ataque con disparos en Jerusalén. El portavoz, Fauzi Barhum, ha indicado que este ataque "es una reacción natural a la arrogación de los soldados y colonos de ocupación y sus crímenes diarios contra nuestro pueblo (...)", ha informado 'Maan News'.
El Coordinador Especial de Naciones Unidas para el Proceso de Paz en Oriente Próximo, Tor Wennesland, ha denunciado esta mañana el ataque en su cuenta de Twitter y deseado a los heridos una pronta recuperación, además de condenar los aplausos de Hamás.
"Resulta deplorable que las facciones palestinas continúen glorificando tales ataques, que socavan la posibilidad de un futuro pacífico tanto para los palestinos como para los israelíes", ha manifestado a través de Twitter. "Insto a todos a condenar la violencia y hacer frente al terror", ha añadido.
La Unión Europea también ha condenado los tiroteos cerca del Muro de las Lamentaciones de Jerusalén "de la manera más enérgica", ha hecho saber el máximo diplomático de la UE, Josep Borell, en Twitter.
El jefe de política exterior del bloque ha asegurado que "la seguridad de Israel es de suma importancia para la UE" y ha deseado una "pronta recuperación a todas las víctimas" de los tiroteos.
Este incidente ha tenido lugar una semana después del recrudecimiento de los enfrentamientos entre Israel y Yihad Islámica en la Franja de Gaza, combates que se saldaron con cerca de medio centenar de palestinos muertos, entre ellos varios niños.