RANGÚN, 4 Ene. (Reuters/EP) -
Al menos siete policías birmanos han muerto y otros 12 han sido secuestrados por un ataque de milicias rohingya en el estado de Rajine, el polvorín étnico en el oeste de Birmania del que escaparon en agosto de 2017 cientos de miles de integrantes de esta minoría por la persecución militar que comenzó en respuesta a un grave ataque de estas guerrillas.
El ataque, que coincide con la celebración del Día de la Independencia birmano, es un incidente más en un estado donde la violencia ha experimentado un repunte desde principios del mes pasado con nuevos combates entre el Gobierno y el separatista Ejército de Salvación Arakan Rohingya.
Desde el inicio de estos nuevos enfrentamientos más de 2.500 personas han huido de sus hogares, según estimaciones de Naciones Unidas.
El último ataque ha sido confirmado por el portavoz separatista Khine Thu Kha. Las fuerzas Arakan atacaron "cuatro puestos policiales y recuperaron los cuerpos de siete enemigos". Además, el grupo dice capturado a otros 12 integrantes de la Policía Militar birmana. "Les trataremos acorde con el Derecho Internacional. No les haremos daño", ha asegurado.
Según el portavoz, el ataque ocurrió en respuesta a una reciente ofensiva militar contra las milicias y en la que el Ejército "atacó deliberadamente a blancos civiles". También ha manifestado que el ataque coincidió por pura casualidad con las celebraciones del 71 aniversario de la independencia del país respecto de Reino Unido. "Hoy no es nuestro Día de la Independencia", ha declarado.
El portavoz del Ejército birmano Zaw Min Tun también ha verificado el ataque y ha precisado que tuvo lugar entre las localidades de Buthidaung y Maungdaw, cerca de la frontera con Bangladesh, pero no ha confirmado la cifra de fallecidos.
El responsable militar ha enfatizado que "estos puestos policiales existen para proteger a las etnias de la zona para que nadie les hagada daño".