Las autoridades confirman la muerte de al menos 16 terroristas, vinculados al grupo Jaish al Adl
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Al menos once miembros de las fuerzas de seguridad de Irán, entre ellos siete integrantes de la Guardia Revolucionaria, han fallecido durante la pasada noche en tres ataques simultáneos atribuidos al grupo armado suní Jaish al Adl (Ejército de la Justicia) contra varios cuarteles militares y una comisaría en la provincia de Sistán y Baluchistán, cerca de la frontera con Pakistán.
Las autoridades han indicado que los ataques, ejecutados en el cuartel general de la Guardia Revolucionaria en la ciudad de Rask, el cuartel militar naval de Chabahar y en una comisaría de esta última ciudad sobre las 22.00, hora local, han sido llevados a cabo por este grupo terrorista, "afiliado a los sionistas".
"Con la preparación de las fuerzas militares y policiales, hemos hecho frente a los atacantes y varios de ellos han muerto y resultado heridos", ha explicado el vicegobernador de seguridad, Alireza Marhamati, que ha agregado que "los terroristas no han logrado capturar" los edificios.
Ha indicado que "los terroristas entraron" en el cuartel naval de Chabahar, pero las fuerzas de seguridad "les inmovilizaron con una feroz resistencia". El enfrentamiento en ambas ciudades ha terminado "hace horas" y la situación ha vuelto a la "normalidad", según informa la agencia iraní IRNA.
Las autoridades han confirmado la muerte de al menos 16 atacantes, si bien la cifra podría aumentar en las últimas horas.
Los medios iraníes han informado de que drones de vigilancia están sobrevolando las localidades afectadas y las fuerzas de seguridad están "despejando" la zona, agregando que la situación "está bajo control".
Fundado en 2012, Jaish al Adl es un grupo islamista salafista que opera principalmente en el sureste de Irán, donde existe una amplia comunidad baluche. Considerado terrorista también por Estados Unidos, ha reclamado la autoría de atentados, secuestros y ejecuciones, tensando aún más las relaciones con Pakistán.
Irán ha reclamado en varias ocasiones a Pakistán --que hace frente igualmente a operaciones de grupos separatistas baluchíes en el oeste del país-- que incremente su cooperación para hacer frente a estas organizaciones, dado que los responsables de varios ataques han escapado posteriormente a través de la frontera común.