MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
Al menos tres personas han muerto, entre ellas una mujer embarazada, como consecuencia de un nuevo ataque yihadista en el sur de la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique.
El ataque se produjo en la noche del domingo cuando un grupo de hombres armados irrumpió sobre la comunidad de Mihecani, en el distrito de Ancuabe, provocando la huida de decenas de ellas, después de que sus casas fueran incendiadas.
Se trata del segundo ataque sobre esta comunidad en menos de dos semanas. "La gente estaba convencida de que no volverían a atacar porque las Fuerzas de defensa y Seguridad habían intensificado las labores de patrullaje", le ha confiado un testigo de lo ocurrido en la noche del domingo a la agencia Lusa.
Las nuevas incursiones de los yihadistas sobre la zona sur de la provincia comenzaron el pasado 5 de junio sobre algunas de las regiones más recónditas del distrito de Ancube, a unos cien kilómetros de la capital --Pemba--.
Se sospecha que los autores de estos ataques sean los mismos que han estado huyendo de la ofensiva militar con apoyo internacional que desde julio de 2021 se ha estado desplegando sobre el norte de la provincia, rica en yacimientos de gas.
NUEVO PROGRAMA DE PAZ
Por su parte, la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) ha anunciado este lunes la puesta en marcha de un nuevo programa de resolución de conflictos y fortalecimiento de la paz, con el que esperan mejorar los mecanismos de protección social, así como de asistencia humanitaria, después de que el conflicto haya dejado ya cerca de 4.000 muertos y al menos 784.000 desplazados internos.
Entre los objetivos del conocido como programa de 'Apoyo a la Construcción de la Paz en la provincia de Cabo Delgado' está la capacitación de la Policía y de los servicios de prisiones, así como el desarrollo de políticas para jóvenes y mujeres. La iniciativa esta financiada con fondos de la Unión Europea y la Unión Africana (UA), informa el portal Carta de Moambique.
Sobre el terreno, el comandante de la Misión de Entrenamiento de la Unión Europea (UETM) en Mozambique, el general Nuno Lemos Pires, ha puesto de relieve que si bien la situación de seguridad en el norte del país africano está mejorando, todavía "va a tardar mucho tiempo" hasta que esté del todo controlada.
"Hasta lograr que la situación esté completamente controlada, tenemos la idea de que, como en cualquier otra situación de contraterrorismo en el mundo, todavía a tardar mucho tiempo", ha explicado el general Pires a la agencia Lusa.
Ha confirmado que la presencia de los "terroristas" en el sur de la provincia se debe a que han estado "huyendo" de las ofensivas militares en el norte hacia zonas en las que no habían tenido presencia hasta ahora y donde no eran perseguidos.
"Como ha habido una operación militar consolidada, hecha en estrecha colaboración entre las Fuerzas mozambiqueñas, las de Ruanda y la SAMIM (Misión de la SADC en Mozambique), con la que se ha estado limpiando las áreas de intervención, la reacción de muchos terroristas ha sido la de huir, de ir más para el sur, donde no estaban siendo perseguido y han hecho nuevos ataques", ha contado.
Pires ha explicado que la situación ahora es muy distinta con respecto a la de 2017, cuando se registraron los primeros ataques. La deslocalización de estos grupos ha provocado que ahora tengan menos capacidad para llevar a cabo operaciones de larga alcance, como las vistas hace unos años en Mocímboa da Praia, o Palma.
Según Pires, muchos de los últimos ataques registrados son meras incursiones de supervivencia. "Buscan comida, se abastecen, buscan, en el fondo, encontrar espacio donde poder sobrevivir porque ya existe un control del área bastante alargado por parte de las fuerzas de Mozambique".
Cabo Delgado es escenario desde octubre de 2017 de ataques obra de milicianos islamistas conocidos como Al Shabaab, sin relación con el grupo homónimo que opera en Somalia y que mantiene lazos con Al Qaeda. Desde mediados de 2019 han sido reivindicados en su mayoría por Estado Islámico en África Central (ISCA), que ha recrudecido sus acciones desde marzo de 2020.