MADRID 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio del Interior de Mauritania ha informado este martes de que tres personas han muerto como consecuencia de los violentos disturbios que han estallado tras el anuncio de los resultados de las elecciones presidenciales celebradas el sábado, que dan la victoria al actual mandatario, Mohamed Uld Ghazuani.
"Se registró la muerte de tres manifestantes. Dos de ellos fallecieron en el lugar de detención, mientras que el tercero falleció posteriormente en el hospital", ha indicado el Ministerio en un comunicado recogido por la agencia de noticias estatal AMI.
El Ministerio ha extendido "sus más sinceras condolencias a los familiares de los fallecidos" y ha informado de que las autoridades llevarán a cabo una investigación "transparente y profunda" para determinar "las causas y circunstancias de las muertes".
"También desea una pronta recuperación a dos agentes de seguridad que fueron heridos en los disturbios", ha indicado en el marco de unas manifestaciones en el país por las que se ha detenido a alrededor de 200 personas, según el portal de noticias Cridem.
Mauritania celebró el sábado unas elecciones presidenciales en las que un total de seis candidatos --incluido el activista Biram Dah Abeid, que denunció fraude en 2019 tras quedar en segunda posición-- intentaron derrotar a Uld Ghazuani, cuyo partido se impuso ampliamente en las parlamentarias celebradas en 2023, cuando se hizo con la mayoría absoluta del órgano legislativo.
El opositor Dah Abeid, que se hizo con el 22 por ciento de los votos, por el 56,12 por ciento recabado por el presidente, denunció el domingo un fraude y pidió a sus seguidores que se manifestaran. En el marco de las protestas, las autoridades de Mauritania han limitado el acceso a Internet a través de los teléfonos móviles.
Las elecciones son consideradas clave para consolidar el proceso democrático en Mauritania, un país mayoritariamente desértico con cerca de cinco millones de personas --lo que lo convierte en uno de los que tienen menor densidad de población del mundo-- que vivió su primera transferencia política de poder en 2019 tras una sucesión de golpes de Estado entre 1978 y 2008, especialmente ante la creciente amenaza de la expansión del yihadismo en el Sahel, que hasta ahora no ha afectado a territorio mauritano desde 2011.