LONDRES, 6 Dic. (Reuters/EP) -
Al menos tres personas han resultado heridas este sábado después de que un individuo con un arma blanca cometiera un ataque en una estación de metro de Londres al tiempo que gritaba, al parecer, "¡Esto es por Siria!".
"Estamos tratando este como un incidente terrorista", ha indicado Richard Walton, que dirige la unidad antiterrorista de la Policía londinense en un comunicado.
La Policía acudió el sábado por la tarde al lugar de los hechos --la estación de Metro de Leytonstone, en el noreste de Londres, según indica la BBC-- tras recibir varias llamadas en las que se informaba de la presencia de un individuo con un cuchillo amenazando a otras personas. Una persona ha resultado herida de gravedad, mientras las otras dos tienen lesiones menores, según la Policía.
Las informaciones iniciales indican que el individuo también amenazó a otros viandantes por la calle. Los agentes emplearon un táser contra el atacante, que fue entonces detenido y trasladado a un hospital, donde permanece bajo custodia.
Medios británicos afirman que el atacante habría gritado "¡Esto es por Siria!" antes del ataque, información que la Policía no ha confirmado. "Yo sólo vi a mucha gente corriendo, pero lo ignoré y seguí caminando hacia mi metro, pero de repente no podía creer lo que estaba viendo, había un hombre con un cuchillo", ha indicado un testigo al diario británico 'The Guardian'.
"Cuando salía esto fue lo que dijo: 'Esto es lo que pasa cuando j***s a la madre Siria, toda vuestra sangre será derramada'", ha añadido. Este tipo de ataques, aparentemente aleatorios, son muy difíciles de frustrar porque requieren una escasa planificación y un equipamiento excesivamente básico: en este caso, un único cuchillo.
BOMBARDEOS EN SIRIA
El Parlamento británico aprobó este miércoles extender a Siria los bombardeos que la Fuerza Aérea ya lleva a cabo contra las posiciones del autodenominado Estado Islámico en Irak, tal y como había pedido el primer ministro, David Cameron.
Por su parte, Cameron aseguró que los ataques no aumentarían la posibilidad de que se cometieran atentados en suelo británico, donde el año pasado se frustraron al menos siete. El peor ataque islamista que ha sufrido el país ocurrió en 2005, cuando 52 personas murieron por una cadena de explosiones en la red de transporte público de Londres.
El ataque del pasado mes de junio contra una playa de Túnez, que acabó con la muerte de 30 turistas británicos, ha sido desde entonces la mayor pérdida de vidas que ha sufrido el país. Actualmente, Reino Unido se encuentra en su segundo nivel más alto de alerta, lo que significa que se considera "altamente probable" un atentado, principalmente por la amenaza del autodenominado Estado Islámico, que está instando a sus seguidores a cometer ataques contra Occidente.