MADRID 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
La canciller de Alemania, Angela Merkel, ha afirmado este jueves que las reuniones mantenidas este miércoles en Berlín entre Rusia, Alemania y Francia sobre la situación en Siria "fueron difíciles".
"En ese formato trilateral, con la participación del presidente ruso (Vladimir Putin), hablamos de la situación en Siria, y fueron unas conversaciones difíciles", ha dicho.
En unas declaraciones ofrecidas tras la reunión, la canciller ha criticado la campaña de bombardeos de Siria y Rusia en la ciudad de Alepo, advirtiendo de que "será imposible separar a la población civil de los terroristas mientras continúe".
Por su parte, Putin ha expresado su deseo de que Estados Unidos "cumpla sus compromisos para separar a la oposición de los grupos terroristas", según ha informado la agencia rusa de noticias Sputnik.
Asimismo, el presidente de Francia, François Hollande, ha manifestado que el alto el fuego humanitario en Alepo podría extenderse, recalcando que la población "no puede continuar viviendo en unas condiciones insoportables".
El Gobierno de Rusia ha anunciado este mismo miércoles una ligera ampliación de la tregua humanitaria que se ha decretado para el jueves en Alepo y que tiene como objetivo facilitar la evacuación de las zonas controladas por los rebeldes.
La tregua, secundada por el Ejecutivo sirio, fue concebida inicialmente con una duración de ocho horas, pero finalmente se prolongará durante un total de once, hasta las 19.00 (hora local) del jueves.
Moscú ha defendido que este cese de los ataques permitirá una "salida segura" de civiles y opositores moderados a través de corredores seguros, si bien fuentes rebeldes consultadas en los últimos días ya han advertido de que no acatarán esta "rendición".
Alepo, la segunda ciudad más importante del país, se encuentra dividida en sectores controlados por las fuerzas gubernamentales y por diversos grupos rebeldes.
Los intensos bombardeos que se han sucedido desde el fin de la tregua a mediados de septiembre han dejado unos 500 muertos desde entonces, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Unas 275.000 personas estarían atrapadas en el este de Alepo, rodeadas por las fuerzas gubernamentales y con serios problemas de abastecimiento tanto de alimentos como de medicamentos.