BERLÍN, 1 Abr. (DPA/EP) -
La canciller alemana, Angela Merkel, ha alentado este sábado a los cientos de miles de refugiados llegados al país a que se interesen por la forma de vida de los alemanes y a que se instalen en las zonas rurales.
"Esperamos que la gente que viene aquí respete nuestras leyes, que sientan curiosidad por nuestra forma de vida", ha declarado la mandataria en su mensaje semanal.
Merkel aconsejó a los refugiados que no intenten radicarse en las grandes ciudades y permanezcan en las regiones rurales alegando que allí tendrán mejores oportunidades de integrarse.
"Muchos dicen que quieren ir a las grandes ciudades, pero eso es especialmente difícil", ha añadido Merkel en alusión a la creciente escasez de vivienda en las grandes urbes germanas.
"Por eso recomiendo quedarse en las regiones rurales en las que no vive tanta gente, que quizás son menos interesantes a primera vista, pero donde la gente se puede ocupar más de los refugiados y los pueden integrar mejor", ha pedido la mandataria.
En 2015 llegaron a Alemania casi 890.000 refugiados, en su mayoría sirios que huían de la guerra que sacude por sexto año al país, pero también iraquíes, afganos y eritreos.
El flujo migratorio cedió tras el cierre del paso en los países de la región balcánica y la firma de un acuerdo con Turquía a cambio de ayudas millonarias. Unas 280.000 personas llegaron a Alemania en busca de asilo en 2016.
Según palabras de Merkel, muchos arribaron con el anhelo de una vida más tranquila y protegida. Por eso debieran respetar y tratar de entender "los valores que vive este país: la tolerancia, la apertura, la libertad de culto, la libertad de opinión".
"Por otra parte, también nosotros los alemanes debemos abrirnos", llamó a sus compatriotas la líder germana.
Merkel visitará esta semana al Colonia de la primera división del fútbol alemán, para informarse sobre el trabajo con refugiados de la institución y se reunirá nuevamente con representantes de grupos sociales que trabajan en la integración de refugiados.
Asimismo recibirá en la sede de la Cancillería a 140 voluntarios de toda Alemania comprometidos con la ayuda a los refugiados. Es una forma de agradecer a los numerosos voluntarios "que no se quedaron sentados y criticaron, sino que se pusieron manos a la obra y ayudaron a la gente que llegaba".