BERLÍN, 17 Nov. (DPA/EP) -
La canciller, Angela Merkel, ha apremiado este viernes a sus posibles socios de coalición a dejar a un lado sus diferencias y a trabajar en aras de lograr un acuerdo poco antes de que se reanuden las conversaciones para la formación del futuro gobierno.
Las conversaciones entre el bloque conservador que lidera la mandataria, los liberales (FDP) y Los Verdes están siendo muy complicadas porque se trata de partidos muy distintos, ha reconocido Merkel a miembros de su partido, la Unión Cristiano Demócrata (CDU), durante una conferencia telefónica, según pudo saber DPA.
Temas como el cambio climático, el transporte o la migración se han perfilado como los principales escollos durante la primera fase de contactos preliminares. Las diferentes posturas no desaniman sin embargo a Merkel, quien a pesar de aventurar una segunda ronda de negociaciones "dura", ha recalcado su voluntad de que los próximos cuatro años Alemania esté gobernada por una alianza tripartita.
"Los electores nos dieron el mandato de formar un Gobierno y de ponerlo en marcha. No será fácil, será seguramente complicado, pero el esfuerzo merece la pena", ha sostenido la canciller.
Este mediodía, representantes de los conservadores, del FDP y de la formación ecopacifista retomaron las negociaciones después de una jornada de jueves maratoniana que terminó sin acuerdo a altas horas de la madrugada.
En los últimos días, Merkel ya mostró comprensión por que los socios del Gobierno de coalición luchen "cada uno por lo suyo", ya que eso conforma la identidad de un partido, pero animó a todas las partes a hacer concesiones.
COALICIÓN AMARILLA
El objetivo de las conversaciones que en la actualidad mantienen los tres partidos es consensuar un documento preliminar sobre el que negociar posteriormente un Gobierno de coalición a tres bandas conocido como "Jamaica", por los colores de los partidos que la integran, que coinciden con los de la bandera del país caribeño: FDP (amarillo), conservadores(negro) y verdes.
Merkel, que Gobierna ininterrumpidamente Alemania desde 2005, se encuentra en una especie de callejón sin salida después de que su actual socio de Gobierno, el Partido Socialdemócrata (SPD) se negase rotundamente a sellar de nuevo una 'gran coalición'.
Con el SPD fuera de combate, se ve forzada a desplegar sus mejores armas diplómaticas para desatascar las negociaciones y formar el "Gobierno Jamaica", el único matemáticamente posible.
De fracasar, Merkel sólo tendría dos opciones: un Gobierno en minoría con la inestabilidad que eso conlleva o convocar de nuevo elecciones generales, algo que quiere evitar a toda costa, porque podría darle más alas al partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) que ya se sienta en el Parlamento germano como tercera fuerza política.