La canciller y Schulz confían en que haya avances rápido
BERLÍN, 26 Ene. (DPA/EP) -
La canciller alemana, Angela Merkel, se ha mostrado este viernes "optimista" ante el arranque de las negociaciones para formar una nueva coalición de gobierno entre los conservadores y el Partido Social Demócrata (SPD).
Las conversaciones entre el líder del SPD, Martin Schulz, Merkel y el líder de la Unión Cristiano Social (CSU), Horst Seehofer, en la sede de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) en Berlín tienen lugar tras las discusiones exploratorias de principios de mes que fijaron las líneas para el acuerdo.
Merkel ha asegurado que acude a las conversaciones "optimista, pero también muy determinada" y que confía que se puedan lograr avances pronto. Schulz ha subrayado también la necesidad de un acuerdo rápido y ha asegurado que su partido está centrado en que Alemania sea fuertemente proeuropea.
Por su parte, Seehofer, cuyo partido ha negado a cambiar su postura en cuanto al controvertido asunto de los refugiados, ha señalado que las conversaciones no son más fáciles después de que el SPD dio 'luz verde' a su celebración en su congreso del fin de semana.
Al encuentro entre los tres líderes seguirá uno de un grupo de 15 miembros de las tres formaciones encabezados por los presidentes y los jefes de las bancadas parlamentarias.
Merkel espera poder cerrar las negociaciones lo antes posible para encadenar su cuarto mandato consecutivo. Varios políticos conservadores mencionaron como posible fecha el fin de semana de Carnaval, el 10 y 11 de febrero, pero en las filas del SPD son más cautos en cuanto a los plazos.
"Tenemos que darnos el tiempo necesario para que salga algo bueno", dijo este miércoles una de las vicepresidentas del SPD, la primera ministra de Mecklemburgo-Pomerania Occidental Manuela Schwesig.
NEGOCIACIONES DIFÍCILES
Las negociaciones se perfilan más que difíciles. La cúpula socialdemócrata llega debilitada al encuentro tras recibir un mandato por un margen muy estrecho en un congreso en el que quedó patente el descontento de muchos de volver a gobernar como socio menor de Merkel.
Los socialdemócratas irán al encuentro con una serie de demandas para mejorar el resultado del acuerdo preliminar obtenido con mucho esfuerzo en los primeros contactos el 12 de enero pasado.
Entre ellas figuran una política menos restrictiva para la reagrupación familiar de refugiados, la abolición del empleo temoral sin causa y el fin del trato discrecional entre el seguro de salud privado y el público.
Está previsto que las negociaciones las lleven a cabo 18 grupos de trabajo. El acuerdo que surja de ellos necesitará salvar otro gran escollo antes de que se ponga en pie el nuevo Gobierno. Los socialdemócratas lo someterán al voto de sus 440.000 afiliados. Este proceso podría extenderse por tres semanas, por lo que el nuevo Ejecutivo alemán no podría asumir antes de finales marzo.
La resistencia en las filas del SPD es fuerte. Las Juventudes Socialdemócratas, que se opusieron con vehemencia a una la tercera gran coalición, pusieron en marcha una iniciativa para ganar nuevos militantes que voten por el "no".
Los conservadores se niegan a efectuar cambios fundamentales al documento de 28 páginas de las conversaciones exploratorias, pero al mismo tiempo han rebajado el tono y dado señales de ceder en algunos aspectos.
Una encuesta del instituto Emnid para el diario 'Die Welt' publicada el miércoles muestra que el 70 por ciento de los alemanes está a favor de que los conservadores transijan en el tema de salud y un 56 por ciento cree que podrían ceder en cuanto al fin de la temporalidad laboral sin causa.
EL PAPEL DE SCHULZ, A DEBATE
En las filas del SPD también se avecina un debate sobre si Schulz debería asumir un puesto en el futuro gabinete. "Es algo que vamos a tratar", dijo el líder socialdemócrata de la ciudad-Estado de Bremen, Carsten Sieling.
Schulz, quien no consiguió despertar el entusiasmo en el congreso del domingo, anunció en campaña que no formaría parte de un Gobierno de Merkel pero tras los primeros contactos no quiso descartar esta opción de forma expresa.
Alemania está dirigida por un Gobierno en funciones desde hace más de 120 días. Merkel y sus conservadores ganaron las elecciones del 24 de septiembre, pero sin alcanzar la mayoría necesaria para gobernar. El SPD anunció que se pasaba a la oposición como resultado de recibir el peor revés electoral desde 1949.
Esto llevó a Merkel a intentar forjar sin éxito una inédita alianza con el Partido Liberal (FDP) y Los Verdes. Tras el fracaso de este primer intento, el SPD accedió al llamamiento del presidente federal alemán, Frank-Walter Steinmeier, y se reunió con los conservadores para evitar la repetición de elecciones.