CIUDAD DE MÉXICO, 19 Ene. (Reuters/EP) -
México ha registrado este año el mayor censo electoral de su historia, en el que destaca un inusual número de residentes en Estados Unidos, entre otros mexicanos en el extranjero, lo que significa que la comunidad emigrante podría decantar el resultado de los comicios presidenciales que celebrará el 1 de julio el país iberoamericano.
El Instituto Nacional Electoral (INE) de México ha informado de que hasta 2018 había emitido 441.199 credenciales para votar en el extranjero, de las cuales una tercera parte ya habían sido activadas, y hay otras 24.605 pendientes de trámite, si bien las cifras podrían aumentar, ya que el plazo vence el 31 de marzo.
En el caso de Estados Unidos, siete veces más mexicanos han recibido su credencial, gracias a un cambio legislativo que por primera vez les permite inscribirse en los consulados sin tener que desplazarse a México. Hasta ahora, los inmigrantes ilegales optaban por no votar por miedo a volver a su país y no poder entrar de nuevo en Estados Unidos.
Alma Martínez, nacida hace 39 años en la ciudad fronteriza de Tijuana y residente en Estados Unidos desde hace 20 años, votará por primera vez. En su caso, está especialmente motivada por la incertidumbre que ha generado el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, en la comunidad mexicana.
"Las cosas no se han vuelto feas con Trump todavía, pero nunca se sabe si serás deportado", ha contado. Además, ha apostillado, "siempre vives con una parte de tu corazón en México".
David Ayon, investigador de la Universidad Loyola Marymount, en Los Ángeles, ha explicado que un voto masivo desde el extranjero, sobre todo desde Estados Unidos, "podría decidir las elecciones". "Es muy temprano para decir qué porcentaje votará, pero (...) estos votos podrían marcar la diferencia", ha confirmado Benito Nacif, del INE.
La victoria electoral del 'panista' Felipe Calderón en 2006 se decidió tan solo por 244.000 votos, menos de un punto porcentual de diferencia con su rival directo. Fueron los primeros comicios en los que los mexicanos en el extranjero pudieron ejercer su derecho al sufragio.
Esta vez, la carrera por Los Pinos no será tan reñida. Los sondeos apuestan al unísono por el líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador, incluso por delante de José Antonio Meade, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ahora en el Ejecutivo y el que más años ha gobernado México.
En las elecciones anteriores, los inmigrantes mexicanos votaron contra el PRI. "El voto es anti PRI. En las dos elecciones presidenciales anteriores quedó en tercer lugar (en el voto en el exterior). Creo que en esta ocasión será igual", ha dicho a Reuters Víctor Espinoza, del Colegio de la Frontera Norte (COLEF).
Joaquín Cervantes, que trabaja en el campo de California, ha avanzado que votará por López Obrador y ha asegurado que hasta quienes no están seguros de a quién apoyar no quieren que gane el PRI. "Todos sabemos que es la parte más corrupta. Necesitamos un cambio", ha indicado.
Una de las ventajas de López Obrador frente a los demás candidatos es que el año pasado hizo una gira por varias ciudades de Estados Unidos en la que se dio a conocer en persona. Esta posibilidad ha quedado vetada para los demás porque el INE prohíbe hacer campaña electoral fuera de México.
"En algún momento habrá un candidato que quiera aprovechar la votación en el extranjero y eso cambiará las cosas", ha vaticinado Andrew Selee, presidente del Migration Policy Institute. Enrique Alfaro, que aspira a la Gobernación de Jalisco, no tiene duda de que este mismo año "los mexicanos en Estados Unidos podrían influir directamente en el resultado".