CIUDAD DE MÉXICO, 13 Jul. (Reuters/EP) -
El Gobierno de México se ha opuesto a la solicitud de la Casa Blanca de que las personas que soliciten refugio en la frontera entre ambos países lo hagan en territorio mexicano en lugar de en Estados Unidos, según una fuente y un documento oficial, en un revés para la cooperación bilateral antes de que asuma un nuevo presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Funcionarios estadounidenses creen que un pacto conocido como "Acuerdo de Tercer País Seguro" podría disuadir a miles de centroamericanos que buscan asilo cada año, saturando los tribunales migratorios y evitando que el presidente estadounidense, Donald Trump, no cumpliera con su promesa de reducir la inmigración.
Pese a la creciente presión de Estados Unidos para que acepte el tratado, México ve la propuesta como una línea roja que no cruzará, de acuerdo con una nota oficial preparada para la reunión del ministro de Asuntos Exteriores, Luis Videgaray, con la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Kirstjen Nielsen, que se llevó a cabo el martes en Guatemala.
"(México) no estaría en posibilidad de atender casos de refugio para un tercer país, como ha sido el planteamiento de Estados Unidos en anteriores ocasiones", señala la carta.
"México ha realizado un esfuerzo significativo para proveer de mayor información sobre refugio a los centroamericanos que son asegurados en la Frontera Sur, y recientemente adoptó medidas que permiten a los solicitantes de refugio laborar en tanto se resuelve su caso", añade.
La propuesta de un "tercer país seguro" obligaría a los solicitantes de asilo que lleguen a la frontera terrestre de Estados Unidos a través de México a solicitar el estatus de refugiados al sur de la frontera compartida.
Muchos de los aproximadamente 2.000 niños extranjeros separados de sus padres recientemente bajo la política de "tolerancia cero" de Trump contra la inmigración ilegal fueron separados de padres que buscan asilo en Estados Unidos.
VIENE LÓPEZ OBRADOR
Desde que Videgaray asumió el cargo de ministro de Asuntos Exteriores a principios de 2017, México se ha mostrado cada vez más dispuesto a cooperar con Estados Unidos en algunos asuntos, que autoridades estadounidenses y mexicanas dicen que es parte de una estrategia para ganarse el favor de Washington con la esperanza de obtener una renegociación beneficiosa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Estados Unidos espera consolidar una mejor cooperación en materia de inmigración y seguridad antes de que el izquierdista Andrés Manuel López Obrador jure como presidente de México el próximo 1 de diciembre, según funcionarios de ambos países.
López Obrador ha dicho que quiere tener buenas relaciones con Estados Unidos, pero su postura defensora de los derechos de los migrantes hace menos probable la posibilidad de que acepte un pacto de refugio, según un alto funcionario mexicano.
El funcionario, que ha hablado bajo anonimato, ha señalado que no estaba claro si la secretaria Nielsen había propuesto el acuerdo en una reunión con Videgaray, ni cual fue la respuesta del ministro mexicano. Sin embargo, el funcionario ha aseverado que no había indicios de un cambio en la política de México después de la reunión.
"Estamos interesados en lidiar con el hecho de que tanto México como Estados Unidos están enfrentando un fuerte aumento en las solicitudes de refugio y abordando las causas de la migración a través del desarrollo", afirmó en un comunicado el embajador de México en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez.
"Constantemente entablamos un diálogo con nuestros homólogos estadounidenses sobre estos asuntos para identificar y desarrollar áreas de cooperación", añadió el diplomático.
Tanto Videgaray como López Obrador se reunirán con el Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, cuando visite México este viernes junto con Nielsen.
Se espera que López Obrador sugiera en la reunión que Estados Unidos ayude a reducir la migración al crear mejores niveles de vida en México y América Central.