MADRID, 5 Jun. (Por César Lajud, profesor del Departamento de Economía y Relaciones Internacionales de la Universidad Europea) -
El próximo día 7 de junio se llevarán a cabo elecciones en México y, como en todas ellas, los diferentes candidatos tienen como objetivo central ganarlas, de ahí la importancia de posicionarse en la mente del electorado como la alternativa más viable y segura que coincida con el interés del votante.
En las elecciones de este 2015 están en juego nueve gubernaturas, 641 diputaciones locales, 500 escaños en la Cámara de Diputados, 993 alcaldías y las 16 jefaturas delegaciones del Distrito Federal, de acuerdo con la información de Instituto Nacional Electoral (INE), en total 2.159 representantes populares.
Los procesos electorales en México son de los más costosos en el mundo, lo cual, no necesariamente acarrea mejores resultados. De acuerdo a cifras del INE, para las elecciones de 2015, los 10 partidos políticos se han repartido 5.365 millones de pesos: PRI, 1.376; PAN, 1.158; PRD, 886,1; Verde, 444,7; PT, 389,7; Nueva Alianza, 371,2; Movimiento Ciudadano, 368,4; Morena, Partido Humanista y Encuentro Social, 120,9 cada uno.
Las elecciones llegan en un momento complicado para los partidos políticos e instituciones, que en la actualidad padecen una crisis de legitimidad ante los electores. No olvidemos que se han registrado hechos violentos en algunos estados del país, los escándalos de corrupción de determinados altos cargos y la falta de crecimiento económico vigoroso generador de empleo, que dan como resultado una caída importante de la credibilidad de las fuerzas políticas tradicionales.
La disyuntiva es anular el voto o votar por el que nos parezca menos "malo", dice el escritor mexicano Enrique Serna, autor de 'Genealogía de la soberbia intelectual'. "México necesita una oposición alternativa a los grandes partidos", añade Serna. "En los últimos años los tres grandes lo único que han hecho es formar un bloque para solaparse mutuamente sus corruptelas".
Poniendo la mirada más allá de las elecciones de junio, el escritor cree que la economía es el mayor enemigo del actual partido en el poder, el PRI: "La corrupción desaforada que padecemos podría llevar a una catástrofe económica, y en ese caso el PRI sería desbancado del poder".
PAÍS CON MUCHA RIQUEZA PERO QUE NO CRECE
Es muy complicado explicar que un país con tanta riqueza no crece ni se desarrolla al ritmo de su importante y significativo potencial y que, paralelamente, se gasta enormes recursos en un sistema electoral que sostiene una democracia que está muy lejos de solucionar los problemas estructurales del país, tales como un mejor sistema de salud; mejora en los niveles educativos; aumentar el poder adquisitivo de la clase trabajadora; reducir los niveles de pobreza (según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de desarrollo Social, en México más del 45% de la población son pobres); y reducir el empleo existente en la economía sumergida, entre otros asuntos de importancia nacional. En su lugar se dedica una cantidad significativa del presupuesto para mantener un sistema electoral que no tiene visos para cambiar.
Independientemente de lo anteriormente señalado, no debemos olvidar que sin duda los partidos políticos son fundamentales en la vida democrática de cualquier país, México no es la excepción. El problema es que los partidos políticos suelen privilegiar las lealtades y facilitan los avances sólo de aquellos que aceptan sus reglas del juego e impiden cualquier movimiento que no vaya en la dirección de sus intereses; aspectos de la agenda nacional que no generen beneficios de forma directa, quedan fuera de su programa.
No podemos ni debemos caer en el pesimismo y desánimo. Es importante retomar y defender una agenda de corresponsabilidad de los principales actores sociales y económicos, en el cual se tenga claro el papel de cada uno de los participantes y sus límites de acción, exigiendo que cumpla su responsabilidad, principalmente a los cargos electos a partir de su toma de posesión, y los ciudadanos, en su rol de exigir, que se promueva el mérito, la ética, la eficiencia, la eficacia y el compromiso que adquiere con los electores.
VICTORIA MODERADA DEL PRI Y ABSTENCIÓN ELEVADA
De acuerdo con los principales sondeos de opinión, se pronostica, en el ámbito federal, una victoria moderada del PRI, la fractura de la izquierda y un importante porcentaje de abstención (en estos comicios vota una media del 48%, frente al 62% de las presidenciales), de ahí que podría ser una victoria pírrica del partido de gobierno.
Existe una clara debilidad de la oposición, el PAN, la formación de centroderecha que en 2000 logró poner fin a 70 años de hegemonía 'priista', sigue sin recuperar la confianza del electorado. Su actual objetivo es alcanzar cerca del 25% de voto que obtuvo la formación en las últimas presidenciales y volver a ser la fuerza de referencia en la política nacional.
En lo que se refiere a la izquierda mexicana, su situación es más confusa. La salida del Partido de la Revolución Democrática (PRD), tanto de su fundador, Cuauhtémoc Cárdenas, como del carismático Andrés Manuel López Obrador, que fundó el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), ha descabezado al partido, que estableció una serie de pactos que lo han debilitado y generado una pérdida de identidad ideológica.
CANDIDATURAS INDEPENDIENTES
Resumiendo se presenta una izquierda dividida, una derecha debilitada y un partido gobernante poco dialogante, por lo que las grandes sorpresas del 7 de junio podrían venir de las candidaturas independientes. Como resultado de la reforma política auspiciada por Peña Nieto, por primera vez en su historia los ciudadanos pueden elegir a políticos libres sin vinculación partidista. Cabe mencionar que según los sondeos el 42% de la población mexicana se declara sin partido.
Considerando lo anterior, el presidente Peña Nieto, sin concurrir a las elecciones, será protagonista en estos comicios, es decir, serán una importante prueba a su gestión administrativa tras dos años y medio de gobierno, en los que se han aprobado reformas estructurales que aún no logran acelerar el crecimiento económico.
Recordemos que dicho crecimiento del PIB está por debajo del 5% que el mismo presidente puso como objetivo. En el corto plazo, con el nivel de los precios de petróleo, no observa una mejoría significativa.
Con este marco de referencia, las elecciones del próximo día 7 marcarán el inicio del segundo ciclo de la administración del presidente Peña Nieto, quien tendrá la trascendente tarea de gestionar el mensaje electoral de los mexicanos.