MADRID, 25 Jul. (EDIZIONES) -
Casi 60.000 personas viven aún en los campos de refugiados en Grecia con miedo a ser "olvidados" por la comunidad internacional, ahora que el flujo migratorio se ha relajado gracias al acuerdo entra la Unión Europea y Turquía.
Han pasado ya meses desde que las autoridades europeas anunciaron la reubicación de los cientos de miles de inmigrantes llegados a Grecia procedentes de Siria --en su mayoría--, pero también de Irak y Afganistán, entre otros países.
Sin embargo, la situación apenas ha cambiado. "Aún hay decenas de miles de refugiados en todo Grecia y los países vecinos han cerrado las fronteras, por lo que hay mucha gente que va a estar aquí mucho tiempo", ha dicho Rory O'Keefe, que trabaja en Grecia con Médicos del Mundo.
"Vivir en un campo de refugiados no es lo ideal, por muchos motivos", pero uno de los peores aspectos, que aflora una vez pasado el 'shock' inicial de la huida, es "la sensación de perder el control de tu vida", "no saber qué va a pasar en el futuro".
"Hay miles de personas viviendo en campos de refugiados que no tienen en qué ocupar el tiempo y que antes solían ir a trabajar, cuidar de sus hijos y encargarse del hogar. Ahora no pueden llevar una vida normal y esto puede provocar problemas psicológicos", ha explicado O'Keefe.
Este limbo vital en el que están sumidos hace que tengan "miedo a ser olvidados". "Y nosotros estamos trabajando muy duro para asegurarnos de que sepan que no han sido olvidados", aunque "ahora mismo no vean la luz al final del túnel", ha subrayado, en una entrevista a Europa Press.
Las organizaciones humanitarias que trabajan sobre el terreno se enfrentan al "desafío" de proporcionar atención psicológica a los refugiados, pero el "miedo" se manifiesta de forma muy distinta en cada uno, lo que obliga a desarrollar programas específicos.
Para los niños suele ser más fácil, porque basta con "darles una mínima oportunidad de tener una vida normal", que se consigue con ir a clase --"no pueden pasar años sin recibir educación"-- y "jugar con otros niños".
"Con los adultos suele ser más difícil", ha contado O'Keefe, porque su sensación de impotencia es mucho mayor. Médicos del Mundo organiza grupos "para que puedan hablar de su experiencia" y actividades, como "clases de inglés, alemán o español". "Quieren aprender una lengua europea", señala.
COMO NIÑOS EUROPEOS
A los problemas psicológicos se suman los "riesgos sanitarios" por las condiciones de vida en los campos de refugiados en Grecia. "Hay miles de personas en tiendas de campaña en pleno campo, viviendo muy cerca unos de otros", ha explicado O'Keefe, alertando de la probabilidad de contagio.
Aunque en estos momentos no hay amenazas concretas en materia de salud pública, Médicos del Mundo ha puesto en marcha una campaña de vacunación para niños refugiados en Grecia para evitar brotes de enfermedades como el sarampión, la rubeola o las paperas.
Desde el 12 de julio la ONG, con la colaboración del Gobierno griego, vacuna a niños de entre 1 y 15 años de edad en tres campos de refugiados en Grecia: Diavata, Lagadikia y Oreokastro. Cuando finalice la campaña, se espera que más de 880 niños hayan sido vacunados.
"Es solo uno de los muchos programas en los que estamos implicados pero para nosotros ayudar a los niños es muy importante", ha destacado O'Keefe. El objetivo es "garantizar que los niños refugiados reciben la misma atención médica que los niños europeos", ha recalcado.
¿UNA CRISIS DE GRECIA?
O'Keefe ha llamado la atención sobre el trabajo que desarrollan las ONG desplegadas en la nación helena pero, especialmente, sobre el apoyo procedente de la sociedad griega --con cientos de voluntarios-- y el Gobierno de Alexis Tsipras, a pesar de que no es una crisis propia.
"Grecia es uno de los 27 países de la UE --si no contamos ya con Reino Unido--, y la gente griega, el gobierno griego y las ONG griegas están trabajando muy duro con los refugiados para asegurarse de que viven lo más cómodamente posible", ha valorado.
"No puede ser solo una crisis de Grecia, porque no solo es responsabilidad de Grecia, sino que se trata de una situación sobre la que tendría que estar trabajando toda la UE, y más rápido, para que la gente atrapada en Grecia pueda conseguir una nueva vida", ha reclamado.