Bandera del Estado Islámico en Raqqa
STRINGER . / REUTERS
Actualizado: jueves, 15 junio 2017 12:55


AIN ISSA (SIRIA), 15 (Reuters/EP)

Los miembros de Estado Islámico se hacen pasar por civiles en la ciudad siria de Raqqa para tratar de evitar la intensificación de ataques aéreos y disparar a cualquiera que trate de escapar del bastión, mientras las fuerzas de la coalición se aproximan, según han asegurado testigos.

En un campamento para desplazados en la ciudad de Ain Issa, las personas han señalado que los ataques aéreos de la coalición han causado una destrucción masiva a medida que los combates se intensifican. Según los testigos, los ataques aéreos han alcanzado a varios bloques de apartamentos en la carretera principal, pero muchos de ellos habían sido abandonados por sus residentes que huían de Estado Islámico.

"Los ataques de la coalición destruyeron una edificio de cuatro plantes. Vi a diez personas atrapadas bajo el edificio", señala Abu Hamoud, un ciudadano que ahora se encuentra en el campamento de Ain Issa. "Utilizaron fósforo", añade.

Human Rights Watch (HRW) mostró este miércoles su preocupación por el uso de fósforo blanco por parte de Estados Unidos, un químico que puede ser empleado como arma incendiaria y que está prohibido por el Derecho Internacional. La organización advirtió de que el uso de estas armas en zonas pobladas podría poner en peligro a los civiles.

"Vi a tres adolescentes muertos, unos encima de otros, fuera de la mezquita Nour", recuerda Hamoud. "No sé por qué disparan en estas zonas. Por lo que sé, solo quedan unos pocos francotiradores de Estado Islámico ahí", añade.

La presión sobre el grupo yihadista Estado Islámico, que está al borde de perder Mosul, su "capital" del califato en Irak, hace que el grupo tome medidas más fuertes.

QUEMAN LOS COCHES PARA EVITAR HUIDAS

"Han empezado a utilizar micrófonos para decir a las personas: 'No vayáis con los infieles, quedaros con el islam'", asegura Abdul Razak Crais. "Rocían gasolina sobre los coches de cualquiera que intente escapar y luego encienden una cerilla y queman los vehículos. También les he visto sacar a las personas de sus coches y dispararles con una AK47", añade.

Según la coalición, entre 3.000 y 4.000 combatientes de Estado Islámico se esconden en Raqqa, la sede administrativa de la organización que asume la responsabilidad de varios ataques sobre civiles en todo el mundo.

Los residentes que han huido de la ciudad aseguran que los milicianos han colocado minas en las calles y que conducen vehículos con civiles para evitar los ataques aéreos.

El jefe de la Comisión de Investigación de Naciones Unidas, Paulo Pinheiro, ha señalado que los civiles se encuentran en una situación extremadamente vulnerable. "A medida que la operación va ganando ritmo, los civiles están atrapados en la ciudad bajo el mandato de Estado Islámico y se enfrentan a un peligro extremo", ha asegurado.

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