MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los migrantes y refugiados que viajaban en el pesquero hundido el miércoles frente a las costas de Grecia pagaron entre 4.000 y 6.000 euros por embarcarse en esta peligrosa travesía, que se ha saldado por el momento con un balance oficial de 78 fallecidos pero ha dejado, además, cientos de desaparecidos.
Así lo han contado los propios supervivientes --los servicios de emergencia han recuperado a algo más de cien personas con vida--, a partir de cuyos testimonios se han ido conociendo los detalles de una embarcación en la que viajaban entre 500 y 700 personas, incluidos algunos de los presuntos traficantes.
El jueves, las autoridades griegas pusieron bajo arresto a nueve hombres de origen egipcio como presuntos responsables. El capitán del pesquero figuraría en cambio en la lista de víctimas mortales, en la que también podría haber unos cien niños, informa la cadena de televisión pública ERT.
Con respecto al viaje, los testimonios recabados en las últimas horas matizan que el barco no partió inicialmente de Libia, sino que zarpó desde Egipto. Sí paró en Libia, en el puerto de Tobruk, como paso previo a su travesía final hacia el sur de Europa, que contemplaba en principio llegar a Italia.
La Guardia Costera mantiene abierto el operativo de búsqueda en la zona del naufragio, a unas 50 millas náuticas de la península del Peloponeso, aunque con pocas esperanzas ya de hallar a personas con vida. Entretanto, ha defendido su labor en las horas previas al naufragio, tras detectar en un primer momento la embarcación.
Las investigaciones apuntan a que el barco volcó tras un cambio repentino del peso. Un portavoz de los guardacostas, Nikos Alexiou, ha explicado a ERT que los pasajeros se movieron por razones desconocidas hacia un lado del pesquero, lo que provocó su inestabilidad y que a la postre terminase volcando.