MADRID, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los migrantes y refugiados que han pasado por Túnez para dar el salto por mar a Europa cuentan que han sido víctimas de torturas, detenciones arbitrarias, expulsiones y violencia, según la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), que coincide con que el país norteafricano no es "seguro" pese al reciente acercamiento político de la Unión Europea.
Los testimonios corresponden a migrantes rescatados a mediados de julio por el 'Geo Barents', el barco que opera la ONG en la zona central del Mediterráneo. Por esas mismas fechas, la Unión Europea y Túnez ultimaban un acuerdo de asociación estratégica con un paquete de financiación de hasta 1.000 millones de euros.
"Túnez no es un lugar seguro para las personas negras", sentencia Achille, uno de estos migrantes, que advierte de un "racismo extremo" y cuenta que, en un inicio, ni siquiera se planteaba atravesar el mar.
El punto de inflexión se sitúa en febrero, cuando el presidente, Kaid Saied, pronunció un discurso en el que vinculaba a los extranjeros con la violencia. "Fue entonces cuanto todo cambió", explica Achille, al recordar cómo poco después, cuando se dirigía como todos los días al trabajo, no vio a ningún otro negro por la calle.
La tensión fue ya palpable a bordo del autobús. "En un momento dado, alguien golpea mi teléfono contra el suelo y empieza a pegarme mientras la Policía, que estaba cerca, no hacía nada. Me sacaron a rastras del autobús y siguieron golpeándome por la calle y algunos me apuñalaron con un destornillador", recuerda.
Fatima traslada una impresión similar, ya que si bien antes de que hablara el presidente "Túnez ya estaba mal", después "todo empeoró". Los migrantes coinciden en que se inició una ola de violencia que derivó en abusos por parte de las autoridades, incluidas expulsiones colectivas, y ataques perpetrados por la propia población local.
"Una mañana me levanté y vino el dueño de la casa y me dijo: 'El presidente ha dicho que los africanos tenéis que iros a casa. Ya no podemos acoger africanos'", cuenta Fátima como ejemplo de hasta qué punto el mensaje de Saied caló en la sociedad de a pie.
Mamadu, de 17 años, da cuenta igualmente de ataques y robos. "En Túnez nos decían: 'Aquí no necesitamos negros'", explica en declaraciones recogidas por MSF.
LA UE, "CÓMPLICE"
Túnez ha desplazado a Libia como principal punto de partida de las embarcaciones que intentan llegar a Italia, lo que ha derivado en un mayor acercamiento tanto de autoridades italianas como europeas. MSF teme que en este caso se repitan los gestos que ya se produjeron hace años con Libia.
El coordinador general de Operaciones en el Mediterráneo de MSF, Juan Matías Gil, ha advertido que el acuerdo que está ahora sobre la mesa "replica las peligrosas políticas migratorias de la UE que cada vez 'incentivan' más a terceros países para aumentar la disuasión y la contención de las personas que intentan llegar a Europa".
Este pacto, ha añadido, "amparará con impunidad y sistematizará la violencia contra los migrantes en Túnez. Según Gil, la UE se convierte en "cómplice" de lo que ocurre en Túnez, fruto de unas políticas migratorias "irresponsables" que, en su opinión, "ponen en último lugar el bienestar y los derechos de las personas en movimiento y las atrapan en ciclos de violencia, abuso y desesperación".