MADRID 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Líbano, Nayib Mikati, ha afirmado este jueves que su país podría participar en la cumbre de paz para el conflicto sirio de 'Ginebra 2', convocada por Estados Unidos y Rusia y prevista para finales de noviembre.
"Cuando recibamos la invitación, la discutiremos, pero no descarto la posibilidad de que Líbano sea representado o esté presente en la conferencia", ha dicho, según ha informado el diario libanés 'The Daily Star'.
"Líbano es firme y efectivo en su diplomacia y quiere estar presente para expresar su posición y seguir de cerca el asunto, ya que somos el país más afectado por las repercusiones de la crisis", ha argumentado Mikati.
"Nuestra posición firme es la de respaldar la necesidad de mantener la unidad y la seguridad de Siria y poner fin al derramamiento de sangre, en paralelo con nuestra política de no intervención en los asuntos internos del país", ha agregado.
En este sentido, ha explicado que, pese a que Beirut ha mantenido su política de disociación del conflicto, tal y como acordaron las partes en la Declaración de Baabda, "la crisis siria no se ha disociado de Líbano". "Soportamos la mayor parte del peso de los refugiados", ha recordado.
A pesar del acuerdo firmado entre las formaciones políticas, el partido-milicia chií Hezbolá se ha implicado en el conflicto participando en los combates del lado de las fuerzas de seguridad bajo el argumento de proteger a la comunidad chií siria.
Las declaraciones de Mikati podrían provocar nuevas divisiones a nivel político en el país, ya de por sí fragmentado en torno a su posición respecto al conflicto. Asimismo, coinciden con un incremento de los enfrentamientos entre suníes y chiíes en la localidad de Trípoli (norte), que este jueves se han saldado con cuatro muertos.
Los líderes de la coalición opositora Movimiento 14 de Marzo, que apoyan a la oposición al Gobierno de Bashar al Assad, probablemente se opondrán a la participación de Líbano en la conferencia, especialmente bajo un Ejecutivo interino y con la presencia del ministro de Exteriores, Adnan Mansur, al que acusan de beneficiar los intereses de Damasco.