ROMA 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de la ciudad de Milán han prohibido durante seis horas la circulación de coches, motocicletas y ciclomotores desde este lunes y hasta el miércoles para intentar reducir los altos niveles de contaminación, mientras que Roma no pueden circular vehículos con matrícula impar durante un periodo de nueve horas.
Las condiciones meteorológicas sin apenas viento, el ambiente seco y la falta de lluvia ha impedido que se disperse la contaminación ambiental, por lo que las autoridades municipales de Roma y de Milán han adoptado estas medidas restrictivas, que no afectan a vehículos que contaminan menos como los híbridos.
Las autoridades de Milán, que lleva varios días bajo una nube de polución, han puesto en marcha un billete reducido de transporte que permite moverse todo lo que se quiera por la ciudad por 1,5 euros. Quienes incumplan la normativa se arriesgan a fuertes multas.
El alcalde de Milán, Giuliano Pisapia, anunció las restricciones la semana pasada e instó a todas las ciudades a introducir estas mismas medidas de tres días. "En estos días de emergencia no nos podemos quedar impasibles", dijo.
En 2012, Italia fue el país europeo con la mayor cifra de muertes relacionadas con la contaminación, 84.000, según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente. En 2008 Milán fue elegida la ciudad más contaminada de Europa. Tanto Milán como Roma han introducido ya en varias ocasiones restricciones de tráfico desde 2007.
PROHIBICIÓN DE LOS HORNOS DE PIZZA
Las autoridades han restringido no solo la circulación de vehículos en las grandes ciudades sino que también han adoptado medidas contra los hornos tradicionales de madera para pizza.
Así, el alcalde de la localidad de San Vitalino, a las afueras de Nápoles, ha prohibido estos hornos. Según la normativa municipal, los hornos deberán tener filtros especiales para la polución para poder funcionando.
En Barcelona o Madrid también se han introducido limitaciones de velocidad para reducir la contaminación. En Pekín se han implantado medidas más drásticas. La semana pasada, la capital china declaró la alerta roja por contaminación, la segunda vez en lo que va de mes, y los coches solo pueden circular en días alternos, según su matrícula. Las propias autoridades reconocen que hasta 112.800 vehículos incumplieron la normativa.