Milicianos de las FDS con sus armas al norte de Raqqa
RODI SAID / REUTERS
Actualizado: martes, 4 abril 2017 19:01


AIN ISSA (SIRIA), 4 (Reuters/EP)

Miles de civiles en Raqqa están arriesgando su vida al huir de la ciudad en plena noche debido a las continuas amenazas que sufren por parte del Estado Islámico, que tras los últimos avances de la coalición militar que lidera Estados Unidos tiene que prepararse para el inminente asalto sobre la ciudad.

El Estado Islámico lleva meses amenazando a la población civil de Raqqa, el mayor bastión de la organización en Siria, para intentar evitar que huyan de la ciudad. De acuerdo con los expertos, los milicianos han forzado a cientos de habitantes a regresar al centro urbano para utilizarles como escudos humanos cuando las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), con el apoyo de las tropas estadounidenses, penetren en Raqqa.

En un campo para desplazados internos al norte de Raqqa, decenas de sirios que han logrado escapar de la ciudad en los últimos días han asegurado que cada vez hay menos controles yihadistas a la salida de la ciudad, ya que la mayoría de los milicianos se están replegando hacia el interior para preparar la defensa de Raqqa.

"Ya no hay controles. Antes había, pero han evacuado", ha explicado Abdulá Hamad Ali, un joven que escapó de Raqqa este sábado. Tuvo que huir en plena noche y a pie, guiado por un traficante de personas al que pagó 2.100 dólares para poder escapar con su familia.

"Tuvimos que andar a través de cultivos que estaban llenos de minas", ha contado desde el campo de Ain Issa, situado a unos 45 kilómetros al norte de Raqqa, donde viven más de 3.000 personas al amparo de las FDS.

Los expertos aseguran que el asalto sobre Raqqa marcará un antes y un después en la guerra contra el Estado Islámico en Irak y Siria. Al igual que ocurre con la campaña para recuperar la ciudad de Mosul en el norte de Irak, la pérdida de Raqqa supondrá un fuerte revés para el autoproclamado califato yihadista en la región.

No existen datos oficiales sobre el número exacto de civiles que todavía se encuentran en Raqqa, que ha sido durante más de tres años la base principal de operaciones para los yihadistas en Siria. La ciudad contaba con una población de unas 200.000 personas antes de la llegada de los milicianos.

A pesar de los avances en las afueras de la ciudad, la coalición que lidera Estados Unidos y las FDS anticipan que la batalla por el control de Raqqa va a ser dura y difícil. Los yihadistas llevan semanas cavando trincheras y fortificando viviendas para preparar la defensa de la ciudad de cara a una ofensiva que según las milicias kurdas YPG comenzará este mismo mes.

INTERROGANDO A NIÑOS

Mientras cada vez son más los civiles que intentan huir, los milicianos de negro, como se les conoce de forma popular, están haciendo todo lo que pueden para detenerles.

Abdulá Shabaan, otro civil de Raqqa que ha conseguido huir de la ciudad, ha asegurado que los yihadistas han ejecutado a al menos un hombre por ayudar a familias a huir de Raqqa en los últimos días. Shabaan logró salir de la ciudad a principios de año, pero continúa manteniendo el contacto con familiares dentro. Según ha explicado, su intención era ayudar a familias a huir de cara a la ofensiva estadounidense, pero debido a los riesgos ha tenido que dar un paso atrás.

Los pocos milicianos que continúan apuntados en los pocos puestos de control que quedan en las afueras de la ciudad han estado interrogando a menores sobre el paradero de sus padres, presionándoles para conseguir información sobre los civiles que quieren huir de Raqqa. Aquellos grupos de civiles que han sido atrapados intentando huir han sido detenidos y enviados de vuelta a la ciudad.

"La situación en Raqqa era horrible", ha señalado Mustafá Al Ahmad, un joven que huyó de Raqqa este domingo. "Las FDS son las que están avanzando, así que pensamos: vámonos adonde están ellos y acabemos con esto de una vez", ha añadido.

La mayor parte de los civiles desplazados de Raqqa tienen la esperanza de que el Estado Islámico pierda el control de la ciudad, que durante dos años ha estado sometida a las leyes ultraconservadoras impuestas por los terroristas.

No obstante, los yihadistas han estado inculcando temor entre los habitantes de Raqqa ante la llegada de las FDS y las milicias YPG, que colaboran en la ofensiva. Según varios civiles del campos de Ain Issa, los milicianos les contaban que los kurdos estaban dirigiéndose a Raqqa para matarlos a todos y hacerse con el control de la zona.

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