MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
El aumento de la violencia en el este de Ucrania ha provocado serios daños estructurales y ha dejado a miles de personas sin acceso a servicios y productos básicos en la zona, según ha denunciado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que ha instado a las partes enfrentadas en el conflicto a implementar los acuerdos de Minsk y respetar el alto el fuego en la región.
"Al margen de discernir sobre qué facción recae la responsabilidad por el daño causado, el Gobierno debe asegurar que todas las víctimas puedan ejercer su derecho a recibir servicios sanitarios y acceder a un adecuado nivel de vida", ha indicado el Alto Comisionado en un informe.
Los enfrentamientos registrados a finales de febrero en el este del país se han saldado con la muerte de siete civiles y 46 heridos en tan sólo seis días, según el documento, que indica que la presencia de grupos armados y efectivos del Ejército en zonas residenciales pone en peligro las vidas y propiedades de los civiles.
El informe señala que cientos de personas, que se encuentran aisladas en localidades y comunidades divididas por la línea de contacto, carecen de acceso a servicios básicos, como la sanidad y el transporte público.
La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha hecho hincapié en la necesidad de aplicar una ley que implique un trato igualitario entre los diferentes civiles afectados por el conflicto en la zona.
Unas 130 personas murieron entre el 16 de noviembre de 2016 y el 15 de febrero de 2017 en incidentes relacionados con el conflicto, que se han saldado con 9.940 muertos y más de 23.000 heridos desde su inicio en 2014.
SITUACIÓN EXTREMA
Al menos 23.000 personas esperan a diario en nefastas condiciones para poder atravesar la línea de contacto, que restringe la libertad de movimiento y continúa aislando y dividiendo a las comunidades de la zona.
"Existe una creciente preocupación sobre la posibilidad de que los individuos estén siendo privados de su libertad por parte de los grupos armados de la zona, que pueden torturarlos y violarlos", señala el documento.
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos también ha expresado su preocupación ante las violaciones de Derechos Humanos cometidas en la región de Crimea, donde los detenidos han sido víctimas de la tortura a manos de las fuerzas de seguridad.