MOSUL (IRAK), 18 (Reuters/EP)
Miles de civiles iraquíes han aprovechado una pausa en los combates en la parte occidental de Mosul para huir de esta ciudad, donde los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y las milicias del Estado Islámico ha alcanzado ya la densamente poblada Ciudad Vieja.
Cinco meses después del inicio de la ofensiva gubernamental para tomar Mosul, el Ejército controla el este y la mitad del oeste de la ciudad, dividida por el río Tigris, pero unos 600.000 civiles siguen atrapados dentro de la localidad, asediada ya por las tropas.
"Llevábamos 25 días atrapados. No hay agua. No hay comida. Todo el mundo morirá y nos tendrán que sacar de entre los escombros", ha afirmado un vecino del barrio de Bab Jdid que ha huido de allí, pero que no ha querido identificarse porque sus familiares siguen dentro de la ciudad.
Las familias con ancianos y niños han marchado a pie a través de las calles embarradas de Mosul entre las marcas de bala y proyectiles dejadas por los combates. Algunos aseguran que llevan semanas sin apenas comer. "Es terrible. El Estado Islámico nos ha destruido. No hay comida. No hay pan. No hay absolutamente nada", ha subrayado otro antiguo vecino de la ciudad.
Unas 255.000 personas han tenido que huir de Mosul y sus inmediacioens desde octubre, incluidos más de 100.000 que han salido desde el inicio el 19 de febrero de una nueva ofensiva gubernamental, según cifras de la ONU. La semana pasada fue una de las más intensas en esete sentido, con 32.000 desplazados entre el 12 y el 15 de marzo.
Además, la lluvia y el tiempo nublado ha dificultado la distribución de ayuda con helicópteros y los avances de las fuerzas iraquíes que intentan tomar la Ciudad Vieja y la estratégica Mezquita de Al Nuri.
"El tiempo está nuboso y lluvioso, pero nuestras fuerzas están avanzando hacia sus objetivos", ha asegurado un general de la Policía Federal, Haider Dhirgham, en declaraciones a la prensa desde una base avanzada instalada dentro de Mosul. "En unos pocos pasos alcanzaremos la Mezquita de Al Nuri", ha apuntado.
Mientras, las fuerzas del Estado Islámico continúan su repliegue hacia la Ciudad Vieja apoyadas por el fuego de francotiradores, morteros y vehículos blindados con suicidas, conscientes de que la toma de Mosul sería un golpe fatal para el Califato proclamado en 2014.
Estados Unidos cree que hay unos 2.000 combatientes yihadistas dentro de Mosul, pero aunque se conquiste la ciudad aún hay queda el riesgo de que los milicianos retomen la táctica de guerra de guerrillas y atentados que ya conocen.