RANGÚN, 12 Ago. (Reuters/EP) -
Las autoridades birmanas han evacuado a 4.000 habitantes de la ciudad de Hakha, situada al noroeste de la capital, Rangún, después de que las graves inundaciones que sufre el país hayan provocado corrimientos de tierra que han arrasado parte de la localidad.
Las lluvias torrenciales, que han destruido 375 casas, han obligado al Gobierno local a la evacuación de unas 4.000 personas, según ha informado el ministro de Finanzas del estado de Chin, Nan Zamon. "Estamos evacuando la ciudad, dando prioridad a aquellos cuya casa ha sido totalmente destruida", ha asegurado.
El ministro ha informado de que cinco de los seis barrios que conforman la ciudad, de unos 50.000 habitantes, se han visto gravemente afectadas por los corrimientos y otras 900 viviendas se encuentran en peligro.
Asimismo, Nan Zamon ha detallado que otras 3.000 personas de aldeas cercanas han sido igualmente trasladadas temporalmente a iglesias o edificios gubernamentales que se han convertido en refugios improvisados. "Estamos tratando de encontrar lugares más seguros. Por el momento, los expertos están trabajando en una encuesta geológica para determinar un sitio más seguro y amplio que pueda dar cabida a más desplazados", ha señalado el ministro.
Por su parte, el Gobierno central ha declarado zonas catastróficas Chin y otras tres regiones del país y ha pedido la ayuda internacional. En las últimas jornadas, una docena de países han realizado donaciones de dinero, y países como India y Australia han enviado equipos de rescate, mientras que China ha enviado un convoy con material humanitario.
Al menos 103 personas han muerto y más de un millón se han desplazado por las inundaciones que asuelan Birmania desde hace varias semanas, de acuerdo al balance del Gobierno birmano y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas. Este es el desastre natural más grande que se ha producido en Birmania desde que el ciclón 'Nargis' matase a casi 140.000 personas en mayo de 2008. La junta militar que gobernaba por entonces el país provocó un escándalo mundial al rechazar en un primer momento la ayuda exterior.