MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
Miles de funcionarios palestinos han salido a las calles de Gaza en las últimas horas para protestar el recorte de un 30 por ciento de su salario impuesto en marzo por la Autoridad Palestina y que les ha impulsado a clamar por la dimisión del primer ministro palestino, Rami Hamdalá y el ministro de Finanzas, Shukri Bishara.
Aunque el movimiento Hamás controla la Franja de Gaza desde hace diez años, todavía viven en el enclave unos 70.000 funcionarios que han decidido ignorar los llamamientos del Gobierno palestino para que boicoteen a las autoridades islamistas. A ello hay que añadir otros 50.000 funcionarios que trabajan para Hamás y cuyos sueldos la Autoridad Palestina se niega a pagar.
Los manifestantes aducen que las consecuencias de su persistencia suelen traducirse en súbitos recortes salariales o, en el peor de los casos, meses sin cobrar.
El Gobierno de la Autoridad Palestina argumenta, por contra, que la bajada de salarios se debe a tres factores principales: una crisis económica exacerbada por el bloqueo que mantiene Israel sobre la Franja, y el tiránico control de Hamás sobre el enclave, por el que el movimiento islamista no redistribuye los impuestos entre la población ni cede una parte correspondiente a la AP.
"(Hamás) Se quedan todos los ingresos", denunció ayer Hamdalá en declaraciones recogidas por la agencia palestina Maan. "Mientras que nosotros, la Autoridad Palestina, nos hemos gastado más de 17.000 millones de dólares en la Franja de Gaza durante los últimos diez años", ha aseverado el primer ministro, quien además argumentó que los recortes también han sido motivados por un notorio descenso de la ayuda internacional, hasta de un 70 por ciento en comparación con años previos.
A pesar de sus críticas al Gobierno palestino, los manifestantes todavía mantienen una buena opinión del presidente de la AP, Mahmud Abbas, a quien han pedido desde las calles de Gaza que haga todo lo posible para unir fuerzas con Hamás en un Ejecutivo de unidad.
Las protestas de ayer llevan repitiéndose desde principios de mes en la plaza de Al Saraya y amenazan con desbordar la larga tensión burocrática que se respira desde hace diez años en el enclave, que prácticamente subiste a través del mercado negro y donde la tasa de paro es una de las más elevadas del mundo.
"La multitud que se ha reunido hoy en Gaza", ha afirmado el vicesecretario general de Al Fatá, el partido del presidente Abbas, Fayis Abú Eita, "ha venido a confirmar su pleno apoyo a Abbas y a protestar contra Hamdalá, quien tiene toda la culpa y está quitando la comida de la boca de nuestros hijos".