ATENAS, 12 Ene. (Reuters/EP) -
Miles de griegos se han manifestado este viernes en el centro de Atenas para acompañar la primera gran huelga del año en el país, dirigida contra los nuevos recortes del Gobierno de Alexis Tsipras, que se votarán la próxima semana en el Parlamento y, previsiblemente, serán aprobados.
El proyecto de ley ahonda en los recortes aplicados desde 2010 para cumplir los términos fijados por la UE y el Fondo Monetaria Internacional (FMI) a cambio de los tres rescates financieros que ha necesitado la nación helena.
El borrador establece una reestructuración de las ayudas públicas a las familias, un nuevo proceso de ejecución hipotecaria y restringe el derecho a huelga, la medida más polémica. Actualmente los sindicatos pueden llamar a la huelga con el apoyo de un tercio de sus miembros pero la nueva norma eleva este umbral al 50 por ciento.
"¡No a la esclavitud moderna!", se ha escuchado entre los 20.000 manifestantes que se han concentrado frente al Parlamento coincidiendo con el inicio de los debates sobre el proyecto de ley. Algunos han intentando rebasar el cordón de seguridad y ha habido enfrentamientos con la Policía, que ha llegado a usar gas lacrimógeno.
La huelga ha afectado al metro de Atenas, que utilizan diariamente cerca de un millón de personas, de los cuatro millones de habitantes con los que cuenta la capital griega, a los hospitales públicos y a la flota.
Los griegos se han mostrado especialmente decepcionados porque esperaban que la llegada de la coalición izquierdista Syriza al Gobierno, en 2015, aliviara la situación económica. "El Gobierno es de izquierda solo en el nombre, pero en sus hechos es como la junta militar", ha dicho George Papaspyropoulos, uno de los manifestantes.
El Ejecutivo se ha justificado esgrimiendo que esta nueva tanda de recortes forma parte del acuerdo con los acreedores internacionales. Grecia aún debe recibir más de la mitad del rescate de 86.000 millones de euros que concluirá en agosto.