LONDRES, 27 Feb. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Cientos de familias que huyeron en 2017 de la escalada de enfrentamientos en la ciudad iraquí de Mosul no han podido regresar todavía a sus hogares por el veto de sus propias comunidades, que les recriminan los lazos de algún pariente con el grupo terrorista Estado Islámico.
El responsable en Irak de la ONG Británica Human Appeal, Omar Alí, ha denunciado el veto al que se está sometiendo a familiares de milicianos yihadistas, a los que incluso se les negaría el acceso a ayuda por ser "familia del ISIS" --siglas en inglés de Estado Islámico--.
Estos vetos han dado pie a que cientos de miles de personas sigan residiendo en los campamentos habilitados para los desplazados en las inmediaciones de Mosul. "Existe un verdadero peligro para la cohesión social", ha advertido Alí, en declaraciones a Thomson Reuters Foundation con motivo de una conferencia internacional de donantes celebrada en Londres.
"Tienes una familia de 50 miembros y solo un hombre se ha unido a Estado Islámico, pero por eso toda la familia, aunque haya denunciado al individuo en cuestión, queda estigmatizada", ha añadido. Esto conlleva que muchas personas directamente "tengan miedo de regresar" a lo que en su día fue su hogar.
Alí ha advertido de los litigios que se avecinan por disputas de tierras o propiedades a medida que vayan regresando a Mosul todos los desplazados, ya que pocos de ellos disponen de la documentación necesaria para demostrar cuáles son sus bienes. Además, "las personas no pueden acceder a la asistencia del Gobierno si no pueden volver a sus casas porque no pueden demostrar que son suyas".
El responsable de Human Appeal ha reconocido el "enorme problema" que ha generado la confiscación de los documentos de identidad por parte de Estado Islámico, ya que "muchas personas carecen de certificados de nacimiento, de matrimonio o de propiedad".
Por otra parte, la guerra ha dejado a muchas mujeres al cargo del hogar, pero Ali ha advertido de que hay quienes no saben leer o desconocen cómo obtener los papeles necesarios para acceder a las ayudas oficiales. Human Appeal y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) han habilitado centros con abogados para resolver algunos de estos problemas.
En algunos casos, son adolescentes quienes se convierten en los nuevos cabezas de familia. "Tienes a niños de ocho o nueve años que son cuidados por chicos o chicas de 14 o 15 años que están a merced de quien se haya hecho cargo de su custodia", ha lamentado Alí.