MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Más de 2.000 manifestantes --según las autoridades--, 4.000 --según los convocantes-- han protestado este sábado en la región francesa de Saboya contra la construcción de la línea ferroviaria de alta velocidad Lyon-Turín a pesar de la prohibición de las manifestaciones. Al menos doce agentes han resultado heridos en los disturbios.
Los manifestantes se han concentrado en el valle de Maurienne pese a las restricciones que han propiciado además la detención de al menos 27 ciudadanos extranjeros desplazados para participar en las movilizaciones que han sido deportados a Italia, según fuentes policiales citadas por la televisión BFMTV.
Posteriormente los manifestantes han cortado la carretera A43, lo que ha provocado la intervención de la Policía y los doce heridos entre las fuerzas de seguridad, ha informado el ministro del Interior, Gérald Darmanin. El prefecto de Saboya , François Ravier, ha informado más tarde de un manifestante lesionado en una pierna.
"Se ha formado un 'black block' de unas 300 personas que han lanzado objetos contra las unidades de la fuerza móvil", ha relatado Ravier. El prefecto ha explicado que se hicieron controles antes de la convocatoria, lo que permitió a los agentes incautarse "cientos de armas tales como cuchillos, martillos y bombonas de gas".
Ravier ha explicado que hasta "cinco autobuses han dado la vuelta en la frontera", en referencia a la llegada de activistas desde territorio italiano.
La Prefectura de la Policía de Saboya anunció el viernes la prohibición de la manifestación por motivos de seguridad y el veto fue confirmado de inmediato por un tribunal de Grenoble tras un recurso presentado por Europa Ecología-Los Verdes, ATTAC Saboya y Vivir y Actuar. La Policía había alertado de que se preveía la presencia de hasta 5.000 activistas, incluidos "400 radicales".
El proyecto prevé una línea con el 70 por ciento de su territorio en Francia y el 30 por ciento en Italia y un túnel de 57,5 kilómetros que atraviese los Alpes entre Saint-Jean-de-Maurienne y Susa.
Los activistas denuncian el impacto ecológico de la iniciativa, en particular en los recursos hídricos que ya habría provocado el agotamiento de varias fuentes, según los convocantes.