RÍO DE JANEIRO, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Marcha de las Mujeres Negras reúne este miércoles en Brasilia a aproximadamente 4.000 personas, según la Policía Militar, con el objetivo de visibilizar su lucha contra la discriminación racial y la violencia de género.
Las mujeres han llegado en caravanas desde varios puntos de Brasil y se dirigen a pie hacia la Plaza de los Tres Poderes, el núcleo central de la capital del país, con una lista de reivindicaciones entre las que destaca el rechazo a la Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) que dificulta las condiciones para abortar.
Algunas mujeres, como la diputada Janete Capiberibe (Partido Socialista de Brasil) ha querido estar presente para pedir que el Sistema Único de Salud (SUS) --la sanidad pública brasileña-- incluya a las parteras tradicionales, mujeres que atienden a las embarazadas en lugares donde no llega la medicina convencional.
"Debemos regular su actividad y definir un salario para esas mujeres que están en comunidades apartadas donde ningún profesional de la salud está presente", explicaba Capiberibe en declaraciones a la Agência Brasil.
La manifestación también ha servido para dar apoyo a las comunidades indígenas, que en los últimos meses se han rebelado contra otra PEC que transfiere del Gobierno al Congreso Nacional para demarcar sus tierras y protegerlas, algo que temen que dé más fuerza a los intereses de la poderosa industria agropecuaria.
A primera hora de la tarde está previsto que la presidenta, Dilma Rousseff, reciba a las principales líderes de la manifestación el Palacio del Planalto, un gesto que la líder del Gobierno viene repitiendo con diversos movimientos sociales en los últimos meses.
Esta manifestación es una más de las muchas que están llenando las calles de Brasil en las últimas semanas en contra de lo que consideran una regresión conservadora que vive el país, una corriente renovada del feminismo que la prensa local ya ha bautizado como 'La Primavera de las Mujeres'.
Dentro de la difícil situación que viven las mujeres en Brasil muchas --el 25,5% de la población, casi 49 millones de personas según el censo de 2010-- cuentan con el agravante de ser negras.
Y es que los datos demuestran que las mujeres negras están doblemente discriminadas: según el Mapa de la Violencia de 2015 el asesinato de mujeres negras entre 2003 y 2013 creció un 54,2%, mientras el de mujeres blancas disminuía un 9,8%.
ONG, activistas por los Derechos Humanos y líderes como las que este jueves han marchado en Brasilia recuerdan que estas disparidades estadísticas se producen porque el Estado ignora la diversidad racial y las desigualdades sociales que esto lleva implícito, a la hora de planificar sus políticas de protección a la mujer.