Pérez Molina dice que "enfrentará lo que sea" mientras el Congreso decide su 'impeachment'
MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
Miles de personas se han dado cita en el corazón de la Ciudad de Guatemala en la última jornada de la huelga general de tres días con la que pretenden forzar la dimisión del presidente, Otto Pérez Molina, asediado por los numerosos escándalos de corrupción.
El epicentro de la protesta es el Palacio Nacional, hasta donde han llegado riadas de personas en un ambiente mayoritariamente festivo procedentes de todos los rincones de Guatemala, colapsando con ello el centro de la capital.
Los promotores del paro nacional son las 72 organizaciones civiles que forman la Asamblea Social y Popular (ASP), pero universidades y empresas tanto públicas como privadas han decidido sumarse a una movilización ciudadana sin precedentes.
La protesta cuenta también con el inédito respaldo de la Procuraduría y de la Contraloría, que en las últimas horas han emitido un comunicado para sumarse a los llamamientos para que Pérez Molina abandone de una vez por todas el cargo.
Además, aunque la patronal guatemalteca (CACIF) no se ha sumado a la huelga general, sí ha emitido un comunicado en el que insta al mandatario a "no aferrarse al poder" y a "escuchar el clamor de todo un país que rechaza de forma categórica los actos de corrupción cometidos en su Gobierno".
A pesar de que este jueves ha sido el 'día grande' de las manifestaciones antigubernamentales, a lo largo de este paro nacional se han producido importantes bloqueos en las principales carreteras del país y protestas multitudinarias --aunque menores-- frente al Palacio Nacional.
FIN DE ESTE GOBIERNO
El principal objetivo de este paro nacional es la dimisión de Pérez Molina y la creación de una Asamblea Constituyente para reformar la Carta Magna y aprobar de una vez por todas la reforma de la Ley Electoral y de Partidos Políticos.
Los convocantes también reclaman al Tribunal Supremo Electoral (TSE) que cancele las elecciones presidenciales del próximo 6 de septiembre, al considerar que no se dan las condiciones adecuadas para que se celebren con las garantías necesarias.
En el caso de que el proceso electoral siga adelante y no pueda cumplirse esta 'hoja de ruta', han pedido a los guatemaltecos que no voten porque "votar nulo o en blanco solo cambiaría quién sea electo" y el objetivo es "no legitimar la corrupción".
"ENFRENTARÉ LO QUE SEA"
"Enfrentaré lo que sea necesario y lo que la ley mande, incluso el antejuicio que hoy se discute en el Congreso", ha dicho Pérez Molina en un mensaje de texto enviado a periodistas locales, en su primera reacción al paro nacional.
Pérez Molina ha querido aclarar que sigue en Guatemala, y como prueba de ello el Gobierno ha difundido unas fotografías en las que aparece supervisando el operativo de seguridad por las protestas, después de que se conociera la noticia de que dos ex ministros sospechosos de corrupción han abandonado el país en las últimas horas.
Este jueves se ha instalado la comisión parlamentaria que se encargará de decidir si retira la inmunidad a Pérez Molina para que pueda ser investigado por el caso 'La Línea', tal y como han recomendado la Fiscalía y el CICIG --organismo adscrito a la ONU-- y ha avalado el Supremo.
Si los legisladores deciden arrebatar a Pérez Molina su fuero presidencial, podría ser sometido a un juicio político ('impeachment') en el Parlamento que, de prosperar, obligaría a formar un Gobierno interino entre el 6 de septiembre --jornada electoral-- y el 14 de enero, cuando acaba oficialmente su mandato.
'LA LÍNEA'
Si bien los casos de corrupción se han sucedido durante el Gobierno, 'La Línea' ha tocado de muerte de Pérez Molina y su equipo de confianza. Hasta ahora más de diez ministros y altos cargos han tenido que dimitir ante la presión popular.
La trama en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) se destapó el 16 de abril gracias a unas escuchas practicadas durante meses por la CICIG y la Policía, según las cuales había una estructura criminal encargada de cobrar sobornos en las aduanas para favorecer la importación de ciertos productos y evitar el pago de impuestos a otros.
Las escuchas revelaron que los cabecillas de esta red de sobornos eran un hombre y una mujer a quienes los interlocutores se referían como 'el uno' y 'la dos', entre otros apodos, lo que recondujo las sospechas hacia Pérez Molina y su vicepresidenta, Roxana Baldetti.
Baldetti, que tuvo que dimitir el 9 de mayo tras perder su inmunidad, ha sido detenida e imputada por tres cargos de corrupción. Ahora espera en prisión preventiva la resolución de un proceso judicial que se augura largo.