ISLAMABAD 10 Ago. (Reuters/EP) -
Miles de paquistaníes han salido a la calle este miércoles para manifestarse en apoyo al exprimer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, que anunció el 28 de julio su dimisión después de que el Tribunal Supremo ordenara descalificarle en el marco del caso abierto contra el mandatario por corrupción en relación con las revelaciones de los 'Papeles de Panamá' sobre la fortuna de su familia.
Después de presentar su dimisión, Sharif convocó una marcha desde Islamabad, la capital del país, hasta su ciudad natal, Lahore, que se encuentra en el noreste del país, a pesar de las advertencias de varios asesores de seguridad.
"Un tribunal ha decidido, ahora este otro tribunal tomará su propia decisión, el tribunal del pueblo de Pakistán", ha indicado Sharif. "¿Cuándo será respetada la voluntad de la población?", ha añadido.
"Nawaz Sharif sigue siendo nuestro primer ministro", ha señalado Niaz Ahmad, un trabajador que acudió a la marcha, donde grupos de manifestantes han asegurado que no aceptarán la decisión de la corte.
A pesar de que un grupo de seguidores de Sharif ha asaltado varias sedes de una televisión local que ha sido crítica con el dirigente durante el proceso judicial, la manifestación se ha desarrollado en gran medida de forma pacífica, según ha informado el agente de Policía Hafeez Jan.
El nuevo primer ministro de Pakistán, Shahid Khaqan Abbasi, aliado de Sharif, ha señalado que el exlíder está alerta ante posibles amenazas contra su integridad física. "Cuanto mayor es un líder, mayor es la amenaza", ha afirmado.
EL SUPREMO ORDENA UNA INVESTIGACIÓN PENAL
En un veredicto unánime, los cinco magistrados del Supremo han ordenado también una investigación penal contra Sharif y su familia, un proceso que debería resolverse mediante un juicio en un plazo de seis meses.
Esta es la tercera vez que Sharif, de 67 años, ve acortado su mandato. La primera vez que llegó al cargo, en 1990, fue cesado por el presidente del país por cargos de corrupción y, aunque el Supremo acabó dándole la razón y devolviéndole el cargo, renunció por presiones del Ejército.
Su segundo mandato, iniciado en 1997 y acabó abruptamente con el golpe de Estado militar protagonizado por el general Pervez Musharraf en octubre de 1999. Tras pasar algunos años en el exilio en Arabia Saudí, Sharif regresó a la jefatura del Gobierno tras las elecciones de 2013.